Rocío Valentín, concejala de Promoción Económica, Comercio y Turismo de Tomelloso, asume con «muchas ganas» la presidencia de la ruta del vino de La Mancha sustituyendo desde hace unas semanas así en el cargo al también tomellosero Raúl Zatón. Junto a ella, un equipo «enamorado del proyecto» que trabajará para «idear fórmulas nuevas que redunden en la creación de empleo y en la atracción de visitantes», por lo que a la espera de trazar las líneas definitivas de trabajo señala que uno de los principales pilares será la colaboración público-privada, pues «al fin y al cabo son los empresarios los que invierten su capital y los que generan empleo en sectores como el de la promoción turística».
De familia de agricultores, asegura que ostentar la presidencia de esta ruta es un «orgullo» y «tanto mi equipo como yo daremos lo mejor de nosotros». Otro de los retos que se ha marcado para los dos próximos años desde la presidencia es trabajar para incorporar más municipios, y confía en que en los próximos meses, posiblemente a principios del año que viene, se adhieran a la ruta dos localidades de la región tras haberse iniciado ya las negociaciones. De esta forma, argumenta, «a más municipios, mayor patrimonio y mayor riqueza gastronómica». Y si todo eso se une -continúa explicando- dará como resultado una experiencia inolvidable en la que el turista se irá con ganas de más.
Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Socuéllamos, El Toboso, Pedro Muñoz, Argamasilla de Alba, Villarrobledo, La Solana, Villarrubia de los Ojos y Tomelloso conforman en la actualidad esta ruta de vino en la que «hay muy buena sintonía entre todos». «No son municipios adheridos sin más, pues hay una importante conexión de trabajo entre toda la ruta que lleva a que nos promocionemos entre unos y otros. La unión hace la fuerza, y en este caso queda demostrado», añade.
Valentín confía en cumplir estos propósitos a lo largo de su mandato para esta ruta, que «tiene la capacidad de poder ser la ruta mayor de España» y por la que en 2022 pasaron más de 12.300 visitantes por sus bodegas y unos 8.300 por los museos. Bastantes, señala la nueva presidenta, si se tiene en cuenta que en 2020 y 2021 fueron años complicados para el sector con la llegada de la pandemia y las restricciones de movilidad. Una «importante» cifra que repercute también en la economía de esos municipios, ya que «muchos de ellos pernoctan en la localidad, compran en nuestro comercio y consumen en nuestros bares». «Es una inyección muy buena para toda la localidad y esto es potenciar la economía de cada uno de nuestros pueblos. Estamos generando riqueza económica y cultural», argumenta.
«Tenemos mucho que ofrecer en una ruta que en parte aún es desconocida», lamenta para señalar después que impulsar la promoción turística será otro de sus retos. A día de hoy, «en todos los ámbitos en los que hablemos, internet ha sido toda una revolución. Las redes sociales mueven prácticamente todo. Es un gran apoyo en el que tenemos que volcarnos y potenciarlo aún más con el objetivo de vender y dar a conocer lo nuestro», argumenta, para insistir que ésa es la dirección en la que «estamos enfocados y en la que queremos seguir trabajando para que sea una ruta que trabaje sola porque ya se conoce». Un papel, el de las redes sociales, manifiesta, que «ha hecho que la gente joven se interese por la cultura del vino, y eso me alegra».
Más de setenta socios conforman esta ruta que se financia con la cuota de los asociados, además de subvenciones y convenios con las distintas administraciones.