Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


Los nervios de Perico ponen nerviosos a todos

08/06/2023

Con casi ochenta añazos a la espalda, una vida bastante viajada para la época en que fueron vividos y una memoria que para mí la querría ahora, amén de otras cosas buenas, menos buenas y hasta casi peores, añoro cosas de antes -el lenguaje popular en muchos casos- especialmente porque eran fruto de una tradición de decenas de docenas de años, que las gentes de Iberia, Hispania o cómo cada cualquiera llamar al conglomerado de pueblos y paisajes que entre todos fuimos capaces de aglutinar en torno a una serie de circunstancias históricas, que dieron a todo esto en lo que estamos pensando, una real idea de nación. No obstante, como casi siempre suele ocurrir, había realidades en el tiempo, cada equis años, que hacían incómoda la convivencia racional, dejando paso a resquemores y hasta a enfrentamientos. Unas veces, digamos, dignos, otras cobardes y traicioneros. Y en esta dualidad entre lo digno y lo cobarde, en España -tampoco hubiese quedado mal del todo lo de Iberia, ¿o sí?-, se ha vertido mucha más sangre de la necesaria y, como aperitivo y postre, se ha insultado, ofendido y todo lo malo y perverso que ustedes quieran. El mejor reflejo de lo que trato de dejar en estas líneas, lo tenemos en las actitudes de nuestros políticos, que en opinión supermegapersonalísima no están a la altura de lo que este país, complicado de narices, necesita con toda urgencia. Y que no es otra cosa que seriedad, mucha seriedad, poca demagogia, formación real en los temas que le haya adjudicado el dedo del que manda, poder que, de manera irrebatible, tiene adjudicado por el sistema democrático. Piensen si no en el deplorable ejemplo que acaba de dar el presidente del Gobierno, ungido por las urnas y deslegitimado por sus actos, que ha lanzado una campaña trampa, indigna como casi todo lo que hace, con la que no sólo ha tratado de hacer caer a su oponente y enemigo, Nuñez Feijoó, sobre las estacas del hoyo de cazar gorilas, sino que, de rebote, ha complicado la vida española al convertir esto en una casa de locos, gazpacho convivencial con el que ya nos estamos viendo afectados y perjudicados todos. Debemos estar atentos a los rifi rafe entre unos y otros. Como demuestra loas escaramuzas y los insultos, con gravedad en aumento, como indica el insulto, intolerable por su gravedad, propio de un Himler u otro nazi cualquiera vestido de negro o con abrigo de cuero, escupido por la presidenta del PSOE de Sevilla contra Elías Bendodo, segundo en el poder del PP andaluz, al que ha llamado judío y nazi. Creo que esta mujer no sabe ni lo que ha dicho ni lo que ha hecho, pero se irá enterando. Todos, por culpa de Sánchez que ve que le echan, andan nerviosos y a la greña. Quedan días locos por su culpa. Desgraciadamente, no todos vemos el daño que este soberbio y egoísta espécimen, le está haciendo a España, como quieran llamarla.