La licitación de las obras de urbanización de la primera fase del polígono industrial Oretania ya es una realidad. La Entidad Pública Estatal de Suelo (Sepes) ha impulsado ya este esperado proceso y su publicación se hizo efectiva ayer en el perfil de contratación del Estado. Se trata, de hecho, del paso definitivo para convertir lo que se llegó a llamar hace años como «un campo de cardos», en un polo industrial que acoja nuevas empresas en la capital.

La licitación salió con un presupuesto base de 6.483.673,25 euros que, impuestos incluidos, se eleva hasta los 7.839.718,64 euros. El plazo para presentar ofertas estará abierto hasta el próximo 5 de junio. Las obras que se contemplan en el proyecto incluyen movimiento de tierras, afirmado y pavimentación, así como los diferentes servicios de abastecimiento, saneamiento, energía eléctrica, alumbrado y telefonía. A su vez, es objeto de este proyecto realizar las obras necesarias para las conexiones exteriores con los servicios generales del municipio, según se recoge en la memoria justificativa del proyecto, publicado junto a un buen número de planos para detallar todos los aspectos relativos a esta actuación urbanística, desde la ubicación de las señales de tráfico del futuro polígono hasta las zonas destinadas a  elementos de jardinería o riego.

La licitación se ha publicado un mes después de que el Consejo de Administración de Sepes aprobara su autorización, lo que se dio a conocer el pasado 31 de marzo.

Las obras se desarrollan en su primera fase sobre una superficie de 131.916 metros cuadrados de suelo bruto, distribuida en 11 parcelas de industria aislada y una manzana de equipamiento público polivalente, sobre 95.384 metros cuadrados de suelo neto y un plazo de ejecución de 18 meses. Adicionalmente, también se aprobaron las asistencias técnicas y consultorías asociadas a las obras de urbanización.  

El ámbito del parque empresarial Oretania, ubicado entre la nacional 430 y la A-43, se desarrolla sobre un total de 1.121.887 metros cuadrados brutos de suelo y generará 205 parcelas para actividades industriales, sobre 667.113 metros cuadrados de suelo neto. Eso será, sin embargo, cuando se desarrolle en su totalidad, ya que de momento se urbanizará sólo una décima parte del suelo total que se proyectó hace más de veinte años, en el año 2002.

Para forzar su desarrollo, el Ayuntamiento de Ciudad Real dio un paso adelante y adquirió la mitad del terreno de la primera fase, unos 50.000 metros cuadrados, después de que no fuera posible la comercialización directa de Sepes a las empresas. Las primeras parcelas que se construirán serán las más pegadas a Carrión y supondrán un punto de partida para el desarrollo futuro de este polígono industrial que pretende dar pie también al traslado de las empresas que están en el polígono Larache.