Hace dos campañas, Vinícius corría igual que ahora, driblaba igual que ahora, cobraba lo mismo que ahora, defendía lo mismo que ahora, despertaba las mismas filias y fobias que ahora… Pero el Real Madrid ganaba. De hecho, levantó un doblete gracias en gran parte a las exhibiciones del brasileño en Champions (seis goles y cinco asistencias en 10 partidos) y en la Liga (15 tantos y seis asistencias en 26 choques). En ese momento, no se le veían las costuras por ningún lado. Porque hay un tipo de futbolista que solo es 'cómodo' en la victoria y se convierte en 'problema severo' en la derrota.
'Vini' acaba de cumplir 25 años, lo que en términos de medicina deportiva le otorga aún tres de progreso (se calcula que la edad ideal del futbolista de élite, por físico, experiencia y mentalidad, ronda los 28). Y, sin embargo, vive el momento más delicado desde que viste de blanco. Fue muy difícil arrancar, demostrar al mundo que no era solo un puñado de buenas intenciones que tomaba la peor decisión en el momento decisivo. Trabajó con Zidane y Ancelotti para convertirse en uno de los mejores del mundo. Pero ahora, ya instalado en la cima, nota que ni el club ni la opinión pública están de su lado.
Sobre lo primero, el Madrid ya tiene a Mbappé. Si todo club necesita un jugador-estandarte, la llegada del francés ha relegado a Vinícius a un segundo peldaño. El galo ha hecho lo que tenía que hacer: marcar la diferencia. En su primera temporada, y a pesar de un inicio dubitativo, ha terminado con 44 goles en 59 partidos. El brasileño se ha quedado en 22, dos menos que en la 23/24 a pesar de haber jugado 19 duelos más.
Hay 'caso-Vinícius' cuando los dos principales medios escritos de la capital, con apenas unas horas de diferencia, publican informaciones tituladas «La cuesta abajo de Vinícius» y «Vinícius, en un mar de dudas». Es el actual The Best y rozó el Balón de Oro, pero su aura se ha ido desvaneciendo hasta el último momento del curso: estuvo a punto de quedarse en el banquillo en la semifinal del Mundial de Clubes ante el PSG. Mbappé y Gonzalo iban a ser los dos puntas del Real Madrid, pero la lesión de última hora de Trent Alexander-Arnold empujó a Xabi Alonso a cambiar de planes e incluir a 'Vini' en el once inicial… eso sí, por la banda derecha: estuvo incómodo durante todo el partido y terminó siendo sustituido en la segunda mitad, algo que acompañó con un gesto de desagrado.
Continuidad
Se especulaba en Madrid con la posibilidad de que el club comunicase la esperada renovación de Vinícius en cuanto terminase el Mundial de Clubes, pero los mismos medios que lo anunciaban publicaban en las últimas horas noticias contradictorias: su ampliación de contrato (pactada al parecer hasta 2030 hace unas semanas) está paralizada debido a las enormes discrepancias entre los agentes del jugador y el Real Madrid sobre cuál debe ser el sueldo del brasileño. El futbolista quiere ser el mejor pagado de la plantilla. Según The Athletic, pide 30 millones de euros y una prima de renovación incluida. Mbappé, actualmente en el primer escalón salarial, estaría cobrando cerca de 15 millones de euros -a los que habría que añadir, eso sí, una jugosa prima de fichaje por haber llegado libre-.
Sus pretensiones no han caído bien en un madridismo que vuelve a ubicarlo en la diana de las críticas: la incompatibilidad con Mbappé vuelve al debate. En un fútbol moderno donde los equipos funcionan en bloque, dos 'exentos' en defensa es un lujo que el conjunto merengue no puede permitirse y Xabi Alonso no lo hará. Vinícius tiene contrato hasta junio de 2027, y si las negociaciones se enquistan este verano, no sería extraño que la entidad abriese las puertas de par en par a posibles ofertas: Arabia Saudí, que ya sonó el verano pasado, tendría preparada la chequera para seguir engordando su Liga.