Ciudad Real cuenta ya con una plaza de viviendas turísticas por cada cinco plazas que ofrecen los hoteles de la provincia. Una oferta «desleal», critican los hoteleros, que crece y crece. Este año, según los datos que maneja el Gobierno regional, hay ya 184 apartamentos turísticos o viviendas de uso turístico, las conocidas como VUT, que cuentan con 1.423 plazas para atraer a los visitantes frente a las 6.800 plazas hoteleras y las 2.100 más que se ofertan desde las casas rurales. Desde el coronavirus, ningún tipo de establecimiento ha crecido más, ni en plazas ni en locales. Los apartamentos y viviendas de uso turístico están repartidos por casi medio centenar de localidades de toda la provincia, sobre todo, allá donde hay más 'gancho' para el visitante. Almagro acoge a 50; Ruidera, a otra veintena. El establecimiento más grande está en Alcázar de San Juan, con capacidad para acoger a más de medio centenar de personas, y el más veterano se localiza en el entorno de las Lagunas de Ruidera. Aparece en los registros del Gobierno regional desde la campaña turística del año 2002, bajo la denominación de Apartamento Ruidera. Su responsable, desde 2010, es María del Mar Vilda y confirma el boom de este tipo de negocios que, avisa, está llegando al límite, «porque no va a dar para tanto». Pone el ejemplo de su municipio, Ruidera, donde el Ayuntamiento, lamenta, está fomentado la reforma de casas para el alquiler «y va a terminar habiendo un excedente de plazas turísticas que nos va a hacer daño a los que llevamos 20 años».
Porque esos casi 200 establecimientos son los 'oficiales'. Los que tiene en su registro del Gobierno de Castilla-La Mancha y tienen licencia municipal, pero en realidad son más. Muchos más. Según la estadística experimental que elabora el Instituto Nacional de Estadística, con datos hasta el pasado mes de febrero, en la provincia había ya más de 600 viviendas turísticas. Casi cuatro veces más de las que anota la Junta. La diferencia se explica en el modo en el que se obtiene esta información. El INE explica que utiliza la técnica de web scraping, que mediante programas de software extrae los datos de las tres plataformas más utilizadas de alojamiento turístico en España, eliminando las que están presentes en más de una plataforma mediante un algoritmo que elimina esos duplicados. De esta forma salen hasta 3.600 plazas, más del doble de las registradas en la Junta. Casi una por cada dos que hay en los hoteles.
«No son ilegales», comenta Vilda, pero «sí juegan con otras condiciones, porque no tienen las mismas leyes, con las mismas inspecciones y tienen más facilidades» en un momento en el que la demanda crece, «y más desde el coronavirus, porque la gente está buscando alojamientos con menos contacto con otras personas».
En Castilla-La Mancha, según el registro autonómico, Toledo es la provincia donde más alojamiento de este tipo hay. Casi la mitad de todas en la región. Más de 700. Guadalajara es la que menos, apenas llegan al centenar. En la región, la existencia de este tipo de destinos turísticos está regulada desde el año 2018. La Junta es la que ordena la actividad y los requisitos mínimos de calidad de los apartamentos y viviendas turísticas. Se trataba de aflorar una actividad económica, garantizando a su vez la prestación de los servicios de alojamiento con unos estándares de calidad, protegiendo los derechos de los usuarios, según expuso entonces la consejera de Economía, Patricia Franco.