El 20 por ciento de los menores de 30 años de la capital ha mantenido relaciones sexuales sin usar ningún método anticonceptivo, pese haber tenido sexo con varias personas. Solo el 5 por ciento de los jóvenes han tenido alguna charla o formación sanitaria sobre la importancia del uso del preservativo, no solo por los embarazos no deseados, sino también por las infecciones de transmisión sexual (ITS), que se encuentran en pleno crecimiento. Los dos datos salen de una investigación realizada por el enfermero del Centro de Salud número 2 de Ciudad Real, Alberto Alcázar, y publicado en el último número de Apuntes de ciencia, la revista de investigación de la GAI de Ciudad Real, que se volvió a editar este otoño, tras llevar años sin publicarse debido al COVID.
Alcázar explicó que su investigación, en la que participaron más de 200 jóvenes, puede servir como muestra de un estado de Ciudad Real capital, y la importancia de mejorar la información ofrecida a los jóvenes sobre estos aspectos. Así, Alcázar recordó que hay un repunte de las ITS, incluso, con «enfermedades que antes habían quedado relegadas», como por ejemplo la gonorrea, la sífilis, y que están en crecimiento. De hecho, la idea de analizar los hábitos sexuales llegó tras varias guardias en el centro de salud donde vio como había más gente, «sobre todo joven, que venía por problemas compatibles con una ITS».
De este modo, tras hablar con el servicio de asesoramiento científico de la Gerencia y plantear sus dudas, se generó un cuestionario para conocer los conocimientos sobre sexualidad de las personas jóvenes. «Los planes que hay dirigidos a la población joven estaban llegando tarde y estaban llegando mal», indicó Alcázar, recordando que la edad a la que se accede a la pornografía ha bajado con las redes sociales o que las campañas más efectivas sobre el uso del preservativo se hicieron para prevenir embarazos, no por sus beneficios para evitar las ITS. Si solo el cinco por ciento de los encuestados había recibido formación sanitaria, «el 95% restante la habían tenido por otros medios distintos».
Esto hace que, por ejemplo, cuatro de cada diez encuestados vea la píldora del día después como un método anticonceptivo o que el 4,4 por ciento de la población entre 18 y 30 años de la capital haya sido diagnosticada de una ITS, según se indica en el estudio. También que el 16 por ciento crea que solo se puedan contagiar por sexo con penetración.
La otra parte preocupante de su análisis es que el 70 por ciento de los jóvenes «ha mantenido relaciones sin ningún tipo de protección». En este caso hay menos de un 10 por ciento, que fue una sola vez, otro 20 por ciento que lo ha hecho con una pareja estable, pero la clave está en ese 20 por ciento de población que ha tenido varias parejas y ha mantenido relaciones sin ningún tipo de protección. «Cuanto más parejas sexuales, más riesgo de transmisión lógicamente, más velocidad y mayor número» y de ahí el incremento de las ITS. Hay que tener en cuenta que se habla de método anticonceptivo, incluyendo algunos que no lo son, como la marcha atrás o la píldora del día después.
La idea de este enfermero de la capital es que esta primera toma de contacto pueda servir de base para hacer un análisis mayor.