"La situación del acuífero tardará en cambiar"

Hilario L. Muñoz
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El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) aborda en esta entrevista la situación de la cuenca en la provincia tras las lluvias de la Semana Santa

"La situación del acuífero tardará en cambiar" - Foto: EFE

¿En qué situación han quedado las masas subterráneas tras las lluvias?

El jueves fue la Junta de Explotación Oriental y, desde la Confederación se informó a los distintos vocales de esta Junta, la evolución de las masas de agua subterránea, en concreto del Alto Guadiana, puesto que era la Junta de Explotación Oriental y, salvo Lillo-Quintanar y Consuegra-Villacañas, el resto de masas siguen presentando descensos respecto de la situación del año pasado. Lógicamente, estos datos son de hace unos días y, desde luego, la incidencia que pueda tener estas precipitaciones no es tan inmediata como las que tienen en nuestros ríos y nuestros embalses. El nivel piezométrico está a varias decenas de metros del suelo y, por lo tanto, hasta que esa agua entra en la zona saturada de las masas subterráneas, puede tardar incluso meses. La situación, desgraciadamente, sigue siendo de mal estado cuantitativo en todas las masas de agua subterránea del Alto Guadiana, donde las únicas que han experimentado una evolución positiva respecto a los datos del año pasado, ligera subida, han sido las masas de Lillo-Quintana y Consuegra-Villacañas. El resto de masas presentan descensos.

 

Entonces, ¿no hay previsión de cambiar las dotaciones que se aprobaron en diciembre?

En Lillo-Quintanar y Consuegra-Villacañas han experimentado una pequeña evolución positiva y vamos a hacer medidas adicionales a lo largo del mes de abril, para ver si esa evolución supuestamente positiva nos permite eliminar los ajustes que pusimos en la Junta de Gobierno de diciembre del 2023. Debemos saber esa evolución y si, como consecuencia de esa evolución, podemos salir del estado de alerta en el que se encuentra. Si pasamos a una fase de prealerta, lógicamente, eliminaríamos esas limitaciones. Veo difícil, muy difícil, que podamos eliminar los ajustes que hicimos en las masas centrales, como Rus Valdelobos, Mancha I y Mancha II. Lo veo muy difícil porque, primero en la zona oriental ha llovido algo menos y la situación del acuífero tardará en cambiar. No es previsible que para el mes de mayo haya ningún cambio en la evolución piezométrica. 

Dentro de ese análisis que se quiere hacer en abril, ¿sería posible determinar si se pueden aprovechar más los acuíferos en un futuro?

Hay numerosos estudios que han realizado, no solamente por la Confederación, sino también por el Instituto Geológico y Minero de España. Es verdad que siempre se puede mejorar el conocimiento de las masas, pero los estudios que tenemos, creemos, que son suficientes para tomar las decisiones que se están tomando y así se avala en las distintas sentencias de diferentes tribunales. Por lo tanto, ahora mismo el organismo de cuenca, en este momento y en estos plazos, no tiene previsto hacer ningún nuevo estudio. 

Sobre las lluvias que han caído estas semanas. ¿Qué implican para la situación de la cuenca del Guadiana en la provincia?

Ha supuesto una recuperación más que notable, porque en una semana hemos ganado más de 15 puntos porcentuales respecto de la situación anterior. Superamos ya el 61% de reservas hídricas, lo cual es una noticia extraordinaria de cara a atender las distintas demandas. Hay unidades territoriales de escasez que han pasado de emergencia a normalidad. Hay otras donde seguimos teniendo problemas, aunque también han mejorado. En general, la situación es notablemente positiva respecto de la situación que veníamos arrastrando en estos últimos años. Prácticamente, desde el 2014, hemos tenido en algún momento puntual serios problemas para atender las demandas.  La situación más complicada en el abastecimiento de agua de boca sigue estando en Vega del Jabalón, pero ahora mismo ha experimentado una notable mejoría el embalse, que prácticamente lo teníamos vacío y ahora tenemos más de 3,5 hectómetros cúbicos, lo cual nos permite afrontar la situación, por lo menos de cara a este verano, en mejores condiciones que lo veníamos haciendo, abasteciéndonos  con agua subterránea. También la mejora es notable en La Cabezuela, donde teníamos prácticamente un hectómetro cúbico, que declaramos una emergencia para movilizar recursos subterráneos, que lo vamos a movilizar, por supuesto, pero el embalse supera los cinco hectómetros cúbicos, lo cual nos permite afrontar con garantías los próximos meses. La subida más notable es en Torre de Abraham, donde superamos ya los 130 hectómetros cúbicos y esto nos permite afrontar una campaña para, por supuesto, atender las distintas demandas de abastecimiento que se puedan presentar y también el regadío. 

¿Cómo quedará el regadío?

En la junta de explotación que celebramos el pasado jueves y lo refrendaremos en la comisión de desembalse que tendremos el martes, vamos a atender una demanda de algo más de 31 hectómetros cúbicos para la zona oficial de Riegos de Torre de Abraham. Lo mismo nos pasa con la zona regable de Gasset, que se les va a conceder cinco hectómetros cúbicos para atender la zona oficial de riegos y en el Vicario, que llevaba dos años prácticamente sin poder utilizar el recurso, y este año les vamos a asignar ocho hectómetros cúbicos para atender la demanda agraria. Peñarroya sigue con una cierta normalidad y tendrá 25 hectómetros cúbicos, como viene siendo habitual en los últimos años, porque en Peñarroya no ha habido restricciones en estos últimos años y ha atendido la demanda habitual de esta zona oficial de riegos.

Tras las lluvias, ¿se va a seguir haciendo el proyecto de traer agua de la tubería de la Llanura Manchega al Campo de Calatrava?

El proyecto está terminado, la Confederación lo concluyó el pasado año, en el mes de septiembre, y estamos esperando a que se liciten las obras. Es una obra prioritaria en el ámbito del Alto Guadiana porque la situación en el Campo de Calatrava, a pesar de estas lluvias, ha venido en los últimos años siendo de emergencia por escasez de recursos. Es una obra absolutamente fundamental para el desarrollo de estas poblaciones, porque se están abasteciendo con cierta dificultad de la masa de agua subterránea del Campo de la Calatrava. Por lo tanto, está pendiente de licitar las obras.

Y en el caso de La Cabezuela, ¿igual se van a hacer los pozos de emergencia haya agua o no?

En La Cabezuela declaramos la emergencia a finales de enero, y estamos en fase de ejecución de estas obras, con independencia de que la situación haya mejorado de manera notable. Es bueno que esas obras terminen para reforzar el sistema de abastecimiento de los municipios que dependen de este embalse.

Esta sequía puede haber  demostrado que tener varios sitios de donde sacar el agua ha ido muy bien. No ha habido problemas de agua en la mancomunidad del Gasset gracias al trasvase de Torre de Abraham. ¿Se puede extrapolar este modelo a toda la provincia?

Ha sido fundamental para que Ciudad Real no se sometiera a mayores restricciones. En ese sentido, seguimos trabajando porque a pesar de tener estos dos sistemas, ha habido momentos en que la unidad territorial Gasset-Torre de Abraham estaba en emergencia y hacíamos llamamientos a un uso racional del recurso hídrico. Para evitar situaciones como esta en un futuro, está previsto que este ramal del Campo de Calatrava conecte con el sistema de abastecimiento de la mancomunidad de Gasset para dar esa mayor garantía que requiere un abastecimiento. El proyecto de la tubería Manchega, que su previsión es para abastecer más de 500.000 habitantes, tiene previsto conectar muchos municipios que, ahora, en algún momento dado, pueden tener problemas de abastecimiento. Ese es el objetivo de ese proyecto. Por lo tanto, tener conectados con distintos sistemas los abastecimientos es una medida fundamental para evitar ese abastecimiento a las poblaciones.

Respecto a la presa del Gasset, ¿cuándo empezará la obra para hacer frente a las filtraciones?

La presa de Gasset lleva tiempo, muchos años, presentando problemas de filtraciones. Es una presa de materiales sueltos, de principios del siglo pasado y se han ido haciendo distintas medidas para corregir las filtraciones. En concreto, la última medida que se hizo fue una pantalla de bentonita, que se ha demostrado que no ha sido operativa y de ahí que, a medida que sube la cota del embalse, las filtraciones aumentan de manera considerable. Hemos creído oportuno actuar a la mayor brevedad posible, construyendo o instalando una segunda pantalla. En este caso sería una pantalla de hormigón plástico para eliminar estas filtraciones que dificultan la explotación de la presa y que, si fueran mayores, serían incluso peligrosas para la estabilidad de la misma. No hay roturas, no hay riesgo de nada, pero es verdad que es bueno actuar lo antes posible para que disminuyan estas filtraciones y desde el punto de vista también de la seguridad de la presa. Estamos trabajando, estamos culminando toda la tramitación administrativa que nos permita abordar esta obra a la mayor edad posible. Estamos culminando todo el trámite para que esto sea lo antes posible, pero no te puedo ahora mismo decir que mañana vamos a empezar o el mes que viene porque ya no depende solamente del organismo de cuenca, pero la idea, por estas circunstancias, es que se pueda llevar a cabo en el menor tiempo posible. Como hablábamos con la Comunidad de Regantes y con el Ayuntamiento de Ciudad Real, en ningún caso afectará al volumen almacenado en la presa. No, no es necesario desembalsar, sino que con los niveles oportunos se dispondrá la instalación de esta pantalla.

¿La inversión será de los seis millones que había previsto inicialmente?

No, la inversión no alcanzará los cuatro millones.

Respecto a la parte medioambiental de la cuenca, ¿Cómo están Las Tablas?

El último dato que tengo de la superficie encharcada es de alrededor 400 hectáreas. Hasta la fecha la incidencia de estas lluvias no ha sido significativa. Este nivel tiene que ver con la puesta en marcha de los pozos de emergencia. El río Gigüela no alcanza todavía el parque nacional. Estamos haciendo un seguimiento porque el río viene con determinado caudal y viendo su evolución para ver si finalmente alcanza el parque. Pasa igual que con los acuíferos, todavía no ha tenido ninguna repercusión en el parque nacional.