231 millones: récord en las nóminas de empleados municipales

R.CH
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Uno de cada tres euros que manejan los ayuntamientos de la provincia se va en pagar el sueldo de sus trabajadores. Malagón dedica el 60% de sus cuentas; Villar, el 9 por ciento

231 millones: récord en las nóminas de empleados municipales - Foto: Rueda Villaverde

El Ayuntamiento de la capital hará públicas, «en breves días», las cuentas que ha elaborado para este año 2024 tras una complicada negociación entre socios de gobierno que llevó a Vox a amenazar al PP con echar por tierra un presupuesto que, de partida, ya se sabe que tendrá que dedicar una buena parte de sus fondos a pagar nóminas. 

Como todos los años, una de las partidas más abultadas de las cuentas municipales de la capital se irá en los sueldos de sus empleados. En la liquidación de 2022, el último ejercicio detallado por el Ministerio de Hacienda, el 41% de lo que ingresó la capital se fue a pagar a la gente que trabaja en el Ayuntamiento. El capítulo de personal se ha convertido en un dolor de cabeza para alcaldes y concejales de Hacienda. En Ciudad Real, por ejemplo, esa partida del presupuesto, hace una década, consumía el 35% de los ingresos. 

Pero la capital no es el ayuntamiento que más cuentas tiene que hacer para cuadrar ingresos y nóminas, que en 2022 marcaron un récord en la provincia: 231 millones de euros. Entonces había ocho consistorios donde más de la mitad del dinero que ingresaron salió de forma automática para pagar sueldos. A la cabeza, Malagón. Allí son seis de cada diez euros. Una realidad que provoca complicaciones como la del año pasado: el Ayuntamiento pagó en septiembre la extra de verano. También superaban, al cierre de 2022, el 50% de gasto en personal en sus presupuestos en Pozuelo de Calatrava, Almadén, Villarta de San Juan, La Solana, Pedro Muñoz, Moral de Calatrava y Piedrabuena. 

En Pozuelo, su alcalde, David Triguero, habla de una situación económica heredada «complicada», con una deuda de un millón de euros y agravada por un gasto «disparado» en personal. Triguero expone que «difícilmente puedes marcar inversiones» con una partida de personal «que no se asemeja a la realidad» de un municipio como el suyo, que trata de buscar financiación desde Europa, en la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava o en el Consejo Superior de Deportes «para obtener mejoras». Otra medida, explica, es amortizar las plazas de personal que se está jubilando.

Una 'receta' que aplica también Almadén. Su alcaldesa, Raquel Jurado, señala que a esa dependencia de la partida de personal se une la «excepcionalidad» económica de su Ayuntamiento, con presupuestos prorrogados desde 2010 y una deuda que implica estar sometidos a un Plan de Sostenibilidad Financiera para reducir gastos y aumentar ingresos. «Y lo que queda no da para hacer nada», dice Jurado. «Se tiene que funcionar con subvenciones, amortizando plazas, como las de Policía Local, y apostando por externalizar servicios», como las viviendas tuteladas o la escuela infantil. Todo para recortar gastos, «sabiendo que quien lo va a sufrir son los vecinos». 

Para hacerse una idea, los ayuntamientos de la provincia gastan el triple en personal que en inversiones y uno de cada tres euros que gestionan son para hacer frente a las nóminas. El consistorio más 'saneado' es Villar del Pozo: solo dedica el 9 por ciento de sus ingresos a personal.

Entre los municipios de más tamaño es Tomelloso el que tiene más ajustado su presupuesto a la partida de personal. El 49% de los ingresos se los 'comió' la partida del capítulo 1 en 2022. «Y antes estaba cercano al 60%» explica el alcalde, Javier Navarro. La clave por rebajar ese gasto pasa por las externalizaciones, «por identificar los servicios que se pueden hacer con empresas que tienen una maquinaria que tú no tienes o que son más ágiles para cubrir unas bajas, eso sí, sin que haya merma en la calidad», defiende Navarro «y sabiendo que hay unos servicios que se deben prestar por las administraciones». Esta administración «híbrida» descarga parte de ese gasto de personal en el capítulo de servicios, mientras otros ayuntamientos lo capitalizan en uno u otro. En esa línea, Navarro también explica que con este nivel de gasto en sus trabajadores, el ciudadano puede esperar «que el mantenimiento de la ciudad sea excelente», pero matiza que en Tomelloso esa cantidad se debe poner en relación «con unos ingresos que son más reducidos de los que tiene Ciudad Real, Puertollano o Alcázar de San Juan», en parte, asevera, por unos impuestos más bajos.