El caso del empresario Jesús María González Borrajo continúa. Tras encontrar hace unas semanas los restos del empresario en un pozo, situado en Manzanares y cercano a la A-4, la Guardia Civil sigue dando pasos para esclarecer todo lo sucedido en este caso por el que hay dos detenidos, Antonio Caba y Gaspar Rivera. Así, con el objetivo de conocer lo ocurrido, ayer se registró una nave en la que supuestamente se cometió el asesinato. Al parecer, y según ha podido saber La Tribuna, Antonio Caba mató con una pistola al empresario, desaparecido en junio de 2019 en Manzanares, y después lo descuartizó para meterle en bolsas en una cámara frigorífica antes de enterrar los restos en el pozo donde se encontraron hace tan solo unas semanas. En la nave, situada en el polígono de Manzanares y que Antonio Caba tenía arrendada, se hizo una reconstrucción de los hechos y "todo coincidía con lo que Gaspar Rivera ha declarado ante la fiscalía", como así comentan fuentes cercanas a la investigación. En el registro se pudo comprobar la presencia de elementos claves para la investigación como el sumidero con sangre y el banco con las herramientas con las que Caba descuartizó al empresario.
Los dos detenidos, junto con el dueño de la nave, estuvieron presentes en el registro y construcción de los hechos.
La desaparición de Jesús María González Borrajo puede estar vinculada con el caso de Juan Miguel Isla, otro empresario desaparecido en la localidad y cuyos restos mortales aparecieron el pasado mes de marzo en el interior de un pozo en una finca de Valdepeñas. Por la desaparición y muerte de ambos empresarios hay dos detenidos, Antonio Caba y Gaspar Rivera, quien ha confesado que los restos de González estaban en el pozo, cercano en la A-4, y en el que la Guardia Civil trabajó durante más de una semana debido a que la presencia de piedras y sedimentos complicaron su acceso para extraer todos los retos del empresario.