Ni la falta de adaptación ni las consecuencias climáticas fueron las causas últimas de la extinción de la especie de los neandertales hace entre 40.000 y 30.000 años. Ahora, un equipo de científicos del Instituto Catalán de Paleontología y Evolución Social (Iphes) ha señalado que el canibalismo fue el motivo por el que este grupo habría desaparecido en un período tan corto de tiempo.
Este trabajo nació cuando los investigadores se preguntaron por qué después de más de 100.000 años de éxito evolutivo en Eurasia occidental, los neandertales se extinguieron rápidamente, casi coincidiendo con la llegada de los Homo sapiens a Europa.
En este sentido, explicaron que los escenarios que se trabajan actualmente como motivo de su extinción se refieren, precisamente, a la llegada de los Homo sapiens, aunque también se habla de los cambios climáticos durante el último período glacial y de una combinación de estos dos motivos.
El nuevo trabajo, publicado en Quaternary International, apunta hacia un escenario «mucho más simple», en el que el canibalismo de los neandertales -probado tras los restos hallados en los yacimientos de El Sidrón (Asturias)- puede haber jugado un papel importante en su eventual desaparición.
Los expertos han demostrado que este rasgo fue seleccionado como un comportamiento común en los momentos de estrés ambiental o de la población. Sin embargo, tan pronto como tuvieron que competir con otras especies que consumen los mismos recursos (los Homo sapiens, en este caso) el canibalismo tuvo un impacto negativo y les llevó, en última instancia, a su extinción.
Para probar esta hipótesis, se utilizó un modelo informático de simulación en el que se estudiaron los rasgos, comportamientos y características del paisaje en el que vivía esta especie, así como sus características culturales.
El resultado de este trabajo determinó que el comportamiento caníbal siempre se selecciona cuando los recursos son escasos y existe un grupo coexistiendo. Sin embargo, cuando una especie de no caníbales se introduce en el mismo entorno, desplazan a los grupos que sí lo practican. Los apartan de las zonas más ricas y les empujan hacia las fronteras con las zonas áridas, una situación que es muy similar a lo que se sabe que ocurrió en el final de la historia de los neandertales.