Ha pasado casi un mes desde que Partido Popular y Ciudadanos tumbaron en sesión plenaria el proyecto de presupuesto presentado por el equipo de Gobierno del PSOE. En declaraciones a La Tribuna, el concejal de Hacienda, Francisco José Barato, explicó que el 1 de enero se prorrogaban automáticamente las cuentas de 2018, aunque dejaba la puerta abierta a la negociación con los principales partidos de la oposición (IU y UPyD votaron a favor) para consensuar un nuevo documento y aprobarlo posteriormente en otro Pleno. Sin embargo, desde las filas populares y naranjas aseguran que nadie del Ejecutivo de Inmaculada Jiménez se ha puesto en contacto con ellos todavía para intentar desbloquear esta situación. Así lo subraya a este diario el portavoz del Grupo Popular, Javier Navarro, que sólo consiguió que el equipo de Gobierno respaldara una de las 22 enmiendas presentadas a las cuentas. El apoyo del PP estaba prácticamente descartado de antemano, por lo que el foco se puso, una vez más, en Ciudadanos, que en años anteriores facilitó la aprobación del presupuesto con sus votos a favor o abstenciones. «Estamos casi a mediados de enero y nadie se ha puesto en contacto con nosotros, por lo que entendemos que no van a volver a llevar al Pleno el presupuesto», afirma la portavoz del grupo municipal de Ciudadanos, Cortes Cano, que reconoce que existen «diferencias importantes» de partida con el equipo de Gobierno, pero que «no son insalvables para poder alcanzar un acuerdo». Hay que tener en cuenta, explica, que el margen de maniobra no es tampoco muy amplio, porque el presupuesto está bastante encorsetado con los proyectos Feder y las partidas de personal y servicios sociales. «La pelota está en el tejado del equipo de Gobierno», insiste la portavoz de la formación naranja, que considera que lo «razonable» hubiera sido empezar a hablar al día siguiente del Pleno en el que se rechazaron las cuentas. Un proyecto de presupuesto que ascendía a 29,4 millones de euros.