El cuerpo de Jesús María González fue descuartizado y quemado. Primero se empezó por las extremidades y después por el tronco, que fue carbonizado. Los restos del empresario, desparecido en junio de 2019 en Manzanares, donde se le vio por última vez, fueron encontrados ayer en un pozo cercano a la A-4, en el término municipal de Manzanares, donde desde el pasado miércoles la Guardia Civil trabaja en extraer el cuerpo, que fue metido en bolsas. Ayer se halló algún resto como el húmero, con el que se practicaron las pruebas de ADN, y que confirmaron que se trata de González Borrajo. 

La búsqueda del cuerpo del empresario se reanudó el pasado 31 de mayo en un pozo localizado en una finca de la localidad ciudadrealeña, pero los efectivos no pudieron continuar con la búsqueda debido a la profundidad del mismo, por lo que incorporaron nueva maquinaria neumática para proseguir con las pesquisas. Un nuevo equipo con el que se avanzó bastante y con el que se pudo llegar al fondo del sondeo, ya que la existencia de enormes piedras fue el principal obstáculo para acceder a la bolsas. Los trabajos continúan hoy, en  lo que es la séptima jornada, para extraer todos los restos y reconstruir los hechos. 

La desaparición de Jesús María González puede estar vinculada con el caso de Juan Miguel Isla, otro empresario desaparecido en la localidad y cuyos restos mortales aparecieron el pasado mes de marzo en el interior de un pozo de una finca de Valdepeñas. Por la desaparición y muerte de Isla hay dos detenidos, Antonio Caba, el principal sospechoso, y Gaspar Rivera, quien presuntamente colaboró en el transporte y la ocultación del cádaver, confesó que los restos del empresario se encontraban en el pozo. Mientras Gaspar, a través de su abogado, ha mostrado su arrepentimiento y ha pedido perdón a las familias, Caba se ha mostrado indiferente y frío, según fuentes cercanas a la investigación, y se ha acogido a su derecho de no declarar. 

El cuerpo de Jesús González fue descuartizado y quemado

La familia de González Borrajo siempre ha sospechado que su caso y el de Juan Miguel Isla estaban vinculados por la figura de Antonio Caba, la última persona con la que ambos se reunieron antes de desaparecer y tras hacer una tasación económica. Tras confirmar que los huesos hallados en el pozo son de Jesús María González, el abogado de la familia  Dionisio Pérez Muñoz señaló, en declaraciones a La Tribuna, que tras haberse producido presuntamente dos asesinatos se pedirá la prisión permanente revisable, que contempla una pena de entre 25 y 35 años. En el caso de Gaspar Rivera, que ha colaborado, confesado y mostrado su arrepentimiento, tendrá algunos beneficios penitenciarios como la reducción de pena. La familia, tras confirmar que los huesos hallados en el pozo son de Jesús María González, está destrozada pero con el alivio de haber encontrado los restos para poder descansar en paz. Ahora, lucharán para que se haga justicia.