El Juzgado de Menores de Ciudad Real juzgó este lunes a dos acusados como presuntos autores de un delito de agresión sexual sobre una menor, en un pueblo de Ciudad Real de la comarca del Campo de Montiel. Los dos imputados se enfrentan a una pena de tres años de estancia en un centro cerrado y otros tres de libertad vigilada cuando hayan cumplido esa pena, según la solicitud tanto del Ministerio Fiscal como de la acusación particular.

Según ha podido conocer este periódico de fuentes de la acusación particular, se han juzgado dos agresiones sexuales distintas, sucedidas en la misma población y en las mismas fechas, aunque en años consecutivos, en 2019 y en 2020, en sendas fiestas juveniles de Carnaval, cuando la presunta víctima tenía 14 y 15 años. En la primera agresión sexual habría intervenido un mayor de edad y un menor, mientras que en la segunda el encausado es un menor; siendo los dos menores los que han sido juzgados. Han asegurado que sí mantuvieron relaciones sexuales con la denunciante, aunque éstas fueron consentidas. Contra el mayor de edad se sigue un procedimiento judicial diferente.

La menor, residente en Madrid y que se encontraba en esta localidad visitando a sus abuelos, no denunció los hechos hasta 2021, después de someterse a una terapia psicológica a la que sus padres le llevaron al comprobar que su estado anímico había cambiado, con un bajón en su rendimiento escolar y miedos nocturnos. Aunque en un primer momento sus progenitores sospecharon que la niña podía estar siendo objeto de algún tipo de acoso en la escuela, lo que habría desencadenado su situación emocional, en sus sesiones con la profesional acabó confesando el origen real.

La menor relató a su terapeuta, después de varias sesiones, que había sido violada, con penetración, en dos años distintos, ambos durante el Carnaval en este municipio de Ciudad Real. Aseguró que la primera vez fue a manos de dos personas, un menor y un mayor de edad, el 21 de febrero de 2019, y la segunda ocasión fue violada por una persona, el 3 de marzo de 2020, según su relato. Ninguna de las veces contó nada a sus familiares, aunque la psicóloga, cuando escuchó el relato de la menor, lo puso de manera inmediata en su conocimiento de sus padres, que procedieron a poner la denuncia.

Dos años después, el juicio contra los dos menores ha quedado visto para sentencia después de la declaración de la menor, de los dos acusados y de los peritos que han participado en la investigación.