El Viña Albali Valdepeñas ha caído derrotado en su estreno en Primera División frente al Levante (2-5) en un choque donde los errores, demasiado claros ante un rival que no desaprovecha nada, decantaban el choque. Los de Leo Herrera han mostrado carácter y personalidad en la competición liguera más importante del mundo, pero también han acusado los nervios propios del recién llegado.
En un buen inicio local, el Levante, asfixiado, sacó agua para saciar su sed. Cecilio superó sin problemas a Mendiola en una posición más que favorable después de que el Valdepeñas se ofuscase en su ataque y dejase vía libre a los visitantes para armar una rápida contra.
La maldita esencia de la exigencia de Primera División: los errores se pagan. Los de Leo Herrera habían mostrado una más que correcta imagen, incluso brillante por momentos conteniendo a un equipo llamado a estar entre los mejores. Pero nuevamente el Levante conseguía hacer el segundo cuando Pedro Toro le robaba la cartera a Juanan por la espalda y Javi Alonso superaba a Mendiola, demasiado expuesto y sin opciones de ofrecer resistencia.
Corría el minuto 15 y el Levante imperaba en el marcador (0-2). Pero el partido había cambiado de rumbo en el minuto 11. Hasta ese momento la presión en media pista del Valdepeñas había incomodado tanto a su rival que las ocasiones no tardaron en llegar, la más clara un disparo a la escuadra de Terry tras una gran acción de Juanan. Pero David Madrid pidió tiempo muerto, serenó a los suyos y reordenó a su equipo. Desde el minuto 11 los errores marcaron la diferencia.
Un estreno nunca es sencillo. El apoyo de la marea azulona en el Quijote Arena, como siempre de diez, pero no era suficiente como en otras ocasioens dado el nivel de , que obligaba a buscar alternativas. La buena noticia es que el Valdepeñas sabía en qué se había equivocado y tenía armas de sobra para buscar la remontada.
Eso sí, un nuevo error, en esta ocasión en una acción de Mimi que se quedó a medio camino entre control y pase dejaba un balón a Javi Alonso, que consideró de mala educación desaprovechar el regalo y hacía el 0-3 a los suyos. El golpe fue tan profundo, ya que el Valdepeñas había comenzado el segundo acto con la cabeza alta, que Cecilio se encargó de hacer más grande la herida con el 0-4 en una buena jugada colectiva.
No quedaba otra. Jugar de cinco y empezar a recortar diferencias cuanto antes. Quedaba un mundo por delante, pero las esperanzas se diluyeron cuando de nuevo un error, con un pase de Mimi incontrolable para Juanan, servía el 0-5 en bandeja.
Quedaba maquillar el resultado y ver quién tendría el honor de marcar el primer gol del Viña Albali en Primera. Fue Kike, que finalizó una buena combinación en el ataque de cinco del Valdepeñas. Y el segundo honor, para Dani Santos en una jugada casi calcada a la anterior. Al Levante se le atragantaba el juego con portero-jugador y por primera vez en todo el partido la afición rugió. ¡Sí se puede!, era el lema. El Valdepeñas se agarraba a la épica, asedió constantemente a su rival con un Raúl Jiménez que repelió todos los disparos. Nunca se rindió, pero la evidencia de la derrota dejó patente, a partes iguales, que queda mucho camino por delante y que el Viña Albali tiene carácter.