El Consejo de Ministros aprobó ayer en segunda vuelta la reforma de las leyes de Dependencia y Discapacidad. Un paso previo para iniciar la tramitación parlamentaria, que ampliará derechos e intentará agilizar los procedimientos en los trámites administrativos. El Ejecutivo destinará una partida de 783,2 millones de euros para repartirlos entre las Comunidades Autónomas para financiar el nivel acordado del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia. el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, calificó la reforma como la «de mayor calado de esta legislatura».
El nuevo texto suprimirá el régimen de incompatibilidades en las prestaciones de dependencia para permitir una mayor personalización en la atención, además se eliminará el plazo suspensivo máximo de dos años en las prestaciones económicas para cuidados en el entorno familiar.
Se incluye una extensión del servicio de ayuda en el domicilio a actuaciones que van más allá del ámbito doméstico como acompañar al usuario en otras actividades como ir al médico o a la compra.
Entre otras modificaciones, se recoge el reconocimiento automático de un 33 por ciento de discapacidad a las personas a las que se les asigne un grado I de Dependencia y, como novedad, se incorporó que los de grado II o III tendrán una pasarela para ser reconocidas con el 65 por ciento de discapacidad.
Además, existe un artículo en el que se refuerzan las garantías en el ámbito de la salud mental, en el que toda actuación sanitaria en salud mental deberá basarse en el consentimiento libre e informado conforme a la Ley 41/2002, por lo que se deberá asegurar el acompañamiento adecuado.
Otra de las novedades es que se extenderá la prestación económica para cuidados en el entorno familiar, dando reconocimiento a los que prestan los allegados.
El proyecto de ley reconoce la teleasistencia como un derecho universal para todas las personas en situación de dependencia y eleva a rango de ley el carácter complementario de la misma, estableciendo que no puede ser considerada como única prestación, sino que debe combinarse con otros apoyos. También se permite a personas que viven en residencias. Entre los nuevos servicios destacan: cuidados y apoyos en viviendas compartidas; el préstamo de sillas de ruedas eléctricas, andadores, camas articuladas o asistentes de voz, y servicios de asistencia personal.
Cosas fuera
Por su parte, varias asociaciones de personas con discapacidad celebraron la reforma de las leyes de dependencia y discapacidad, porque consideran que «amplía el reconocimiento de derechos» aunque advierten de que «se han quedado cosas fuera». También advierten de que redujeron al 27,1% (1,5 puntos menos) la financiación del Sistema de la Dependencia en 2024.