A la espera de que desde el Ayuntamiento se concreten las actividades a realizar y con el concurso para elegir un logro ya lanzado, Ciudad Real se dispone a celebrar el próximo año el VI centenario de la decisión del rey Juan II por el que dejó de ser villa para convertirse en la Muy Noble y Muy Leal Ciudad Real, lo que ocurrió en diciembre de 1420.
Son varias las asociaciones y entidades de la capital que han mostrado su disposición a colaborar en este centenario desde diferentes ámbitos. Así, la cuestión salió a relucir en la asamblea que el Instituto de Estudios Manchegos celebró el pasado sábado y hay varios profesores de la UCLM dispuestos a hacer las aportaciones que se les requieran.
Pero no sólo desde Ciudad Real, desde la provincia de Toledo, el historiador Óscar Luengo, responsable de las actividades culturales que se realizan en el castillo de Montalbán, ha mostrado su interés en que alguna de las actividades previstas lleguen a esta fortaleza, situada en la localidad de San Martín de Montalbán, puesto que su decisión resondía a «la ayuda que Juan II recibió de la milicia de Villa Real, cuando estaba sitiado en Montalbán, por lo que preguntó al Concejo qué mercedes quería recibir y éste solicitó la elevación al rango de ciudad». El monarca cumplió con la petición a la que añadió los apelativos mencionados de muy noble y muy leal.
Luengo, que conoce bien Ciudad Real de sus tiempos de estudiante en la Facultad de Letras, se pronuncia a favor de realizar alguna ceremonia por la que se entregue una placa al Ayuntamiento de Ciudad Real en la que se recuerde la efeméride y la vinculación de este espacio con Ciudad Real.
Al mismo tiempo, recordar estos hechos que se remontan a 1420 acentúan la importancia del castillo en dicha época, puesto que la mayor parte de las referencias a su historia se corresponden con la etapa en que fue fortaleza fronteriza del Reino de Toledo al borde del Tajo y la presencia en sus estancias y sus muros de los caballeros templarios.
Luengo, que es un estudioso de la historia del castillo de Montalbán, recuerda que la intervención de la milicia de Villa Real «fue decisiva» para romper el cerco a que tenía sometido a Juan II el infante Enrique de Aragón, en los primeros escarceos de su reinado efectivo, puesto que había accedido a la mayoría de edad el año anterior.
El catedrático de Historia y medievalista de la Facultad de Letras Francisco Ruiz señaló que el propio Juan II, aunque fue fiel a su palabra, «se tomaba con cierta ironía lo de haber dado la categoría de ciudad a lo que era una villa», cuando en alguno de sus escritos posteriores emplea expresiones como «mi muy real ciudad de Ciudad Real».