Los vecinos de los bloques de la calle Gregorio Marañón han vuelto a verse afectados por las inclemencias meteorológicos, en este caso por la tormenta y la intensa granizada de la tarde del martes. Cuenta el presidente de la comunidad, Jesús Israel Sánchez, que el área más afectada fue el portal 8, cuyo falso techo de pladur de la zona común se vino abajo por la lluvia. "Los vecinos usaron colchones, mantas y toallas para que el agua no entrara en sus casas, pero si se hubieran quedado en la zona común hubiéramos tenido una desgracia", cuenta Sánchez con preocupación. A ello se suman filtraciones y goteras en muchos de los pisos de esta urbanización e inundaciones en los garajes, con coches dañados. Los jardines también han sufrido grandes desperfectos.
No obstante, no es la primera vez que se enfrentan a estos daños. De hecho, Sánchez cuenta que "hemos tenido que dar partes más de 20 veces" desde que en 2009 entraron a vivir en estos bloques de Protección Oficial de la Junta de Comunidades, gestionados por la empresa pública Gicaman, con algunos pisos en propiedad que no fueron vendidos en su momento, según relata Sánchez. En total, son 14 bloques con seis pisos cada uno (bajos y dúplex, estos últimos los más afectados). Desde su construcción, los bloques, "construidos con placas de hormigón y sellados con silicona especial, hacen aguas por todas partes", comenta el presidente. Tanto, que en 2015 ya ganaron una demanda a Gicaman -asegura- para que se hiciera cargo de los arreglos que hasta entonces sufragaba la aseguradora, que no renovó contratos con esta comunidad por la cantidad de gastos, y la comunidad. "Vinieron algunos albañiles e hicieron algún milagro con el presupuesto que les dieron, porque venían con las manos atadas", recuerda Sánchez, que asegura que apenas se solucionó el problema de los garajes, donde antes "entraba el agua en cascada". La comunidad de vecinos denuncia a La Tribuna de Ciudad Real que Gicaman "nos ha ido dando largas a la espera de que fueran cumpliendo los plazos judiciales y ni siquiera acude a las reuniones a pesar de que aún tiene pisos en propiedad". Además, Sánchez da cuenta de la dificultad de contacto con la empresa pública, "que no responde a los vecinos si se ponen en contacto con su perito".
Afirma que las roturas son constantes por la humedad: "telefonillos, luces, cámaras de videovigilancia, cuadros eléctricos", enumera el presidente, que centra en el portal 8 "lo más preocupante" porque "desde hace seis o siete años tiene cataratas" y una zona común "donde se ha desprendido el techo de pladur".
Se agravan los problemas de los pisos de Gregorio MarañónActualmente, tras la tormenta del martes, están "evaluando los daños y dando partes" a las aseguradoras de cada uno de los vecinos, si bien Sánchez precisa que "echan de menos que estuviera presente Gicaman".