Con cuatro años su madre le apuntó a clases de aeróbic en un gimnasio de Argamasilla de Calatrava, que era dónde vivía hasta hace dos años con su familia, ya que Iván López era un niño muy nervioso y nunca paraba quieto. Comenzó a competir y a hacer exhibiciones de aeróbic, y fue con seis años cuándo le dijo a su madre que quería apuntarse a una escuela de danza porque quería hacer ballet. Fue entonces cuando Iván se dio cuenta de que se quería dedicar a esto, y ahora que tiene nueve años tiene muy claro que quiere ser bailarín y que quiere estudiar la carrera de danza.
La madre de Iván, Elena del Campo, afirma que no es algo que le venga de familia, puesto que Iván comenzó a bailar «por iniciativa propia». A pesar de ello, una prima de su madre estuvo en el programa de televisión Fama 2 y es profesora de funky moderno, «seguramente en algo sí se habrá fijado en ella», comentó Elena. «A Iván también le gusta bailar funky con su tía y vimos el programa de Fama cuando ella participó muy ilusionados», dice.
Iván y su madre se encuentran muy contentos desde que a Iván le aceptaron en la academia de Víctor Ullate, afamado y prestigioso bailarín, coreógrafo y director de espectáculos de danza, cuya academia es famosa internacionalmente, por reunir en sus aulas futuros bailarines de los cinco continentes. El Centro de Danza de Víctor Ullate ofrece un completo abanico de disciplinas que cubren desde la danza clásica al funky o al flamenco. Elena dice que el día que la llamaron tuvo que colgar el teléfono porque se puso a llorar y no podía hablar de la emoción. «Yo lo hice por probar, vi el cartel de la audición para un curso de verano en la academia y llamé por teléfono, pero en ningún momento pensé que podían becar a mi niño para ese mes y para todo el curso. Que te digan que de entre 80 niños sólo dan nueve becas y que han elegido a tu hijo es algo que te emociona muchísimo». Ella también dice que aunque en el Conservatorio Profesional de Danza José Granero de Puertollano ha aprendido mucho, «no es lo mismo», ya que aquí Iván era el único niño y en Madrid ha conocido durante el mes de julio a muchos niños «y todo es muy diferente».
(más información en edición impresa)