Antonio García-Cervigón

Buenos Días

Antonio García-Cervigón


En la jura de bandera de Leonor

10/10/2023

Ha sido la noticia grande de nuestros días. Mientras que los separatistas catalanes aligeran la carga de su 'alocado' invento, nos llega la noticia que mira al futuro. Este domingo fue un día repleto de esperanza para nuestra nación. Las palabras de nuestro rey, Felipe VI, recuerdan a su hija la infanta Leonor que «la Corona simboliza la unidad y permanencia» de España. Es lo mejor que nos ha pasado por estos lares y hacemos bien en resaltarlo, porque el buen trato de las lenguas no anda muy fino por acá. Hay que sacar a relucir, una vez más, cuando Don Quijote reprendía a Sancho con prédicas como esta:«¿No has echado de ver que todas las cosas de los caballeros andantes parecen quimeras, necedades y desatinos ,y que son hechas todas al revés? Y no porque sea ello así, sino porque anda entre nosotros una caterva de encantadores, que todas nuestras cosas mudan y truecan, y las vuelven según su gusto y según tienen la gana de favorecernos o destruirnos, y eso que a ti te parece bacía de barbero, me parece a mí Yelmo de Mambrino, y a otros les parecerá otra cosa». 
Estamos en tiempo de coro de los fabricantes de opinión que aburren hasta la saciedad con la misma monserga de siempre. Ante tanta maledicencia que nos rodea, las palabras frescas y vigorosas resuenan a cielo abierto en el orbe patrio: «Tu responsabilidad es servir a España con toda tu energía y determinación, con verdadera pasión». Y a los cadetes que juraron con ella, les dijo que han escogido una vida llena de esfuerzo, entrega y amor a la patria. «A todos nos une la exigencia de un alto nivel académico y, sobre todo, una misma vocación de servir a unas Fuerzas Armadas y Guardia Civil modernas y ejemplares, con gran experiencia internacional y muy queridas por los españoles. Sé que sois conscientes de este compromiso leal qué habéis adquirido hoy con España y con todos los españoles, en él habéis empeñado vuestra palabra y vuestro honor, con nuestra Constitución, con los valores y principios de la norma qué garantiza nuestra convivencia democrática, y es la máxima expresión de nuestra unión». Palabras cuyo significado ayudan al panorama beligerante que nos rodea por doquier. 
Hace años, guardé como oro en paño una entrevista a Manuel Jiménez de Parga, que fue presidente emérito del Tribunal Constitucional, realizada por el periodista E. Velasco, publicada el 12 de julio de 2005 en La Razón y en la que confesaba: «En la Constitución sólo cabe una nación única e indivisible», y añadía: «Con leer el preámbulo se advierte que la nación española ostenta el poder constituyente, ahí se indica que es el fundamento de nuestro ordenamiento constitucional». Respecto a la reforma de la Carta Magna, declaraba que « la Constitución española puede y debe reformarse, pero no destrozarse el artículo de sus cimientos». Y sobre el Tribunal Constitucional, opinaba que «su principal losa es la lentitud de la aprobación de las resoluciones». Salvo excepciones, eso sigue igual. Y en esas estamos.