Un Papa sin 'souvenirs'

Gonzalo Sánchez
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Los propietarios de las tiendas de recuerdos lamentan el escaso 'tirón' de Ratzinger frente a los carismáticos San Juan Pablo II y Francisco

Algunas estampas que retratan a Benedicto XVI en las tiendas que rodean la Santa Sede. - Foto: EFE

Las leyes del libre mercado afectan hasta a las cuestiones más sacras y cientos de tiendas hacen el agosto vendiendo recuerdos y minucias con cada evento pontificio. Sin embargo, la muerte de Benedicto XVI está pasando sin pena ni gloria por sus estanterías. Es el Papa sin souvenirs.

Los turistas que vienen a Roma suelen husmear y cargar en estos puestos donde se acumulan todo tipo de baratijas con las efigies de los pontífices: rosarios, plaquitas, imanes, postales, dedales, vasos y un sinfín de ocurrencias dirigidas al suculento mercado turístico de la capital italiana.

El predilecto sin duda es el santo Juan Pablo II, cuya imagen se imprime en cualquier lado, al igual que Francisco, mientras que el Papa que reinó entre ambos, Benedicto XVI, está prácticamente desaparecido en estos negocios.

Ni siquiera su muerte, el pasado sábado con 95 años, o su capilla ardiente, que ha atraído a decenas de miles de personas al Vaticano, le ha elevado a los plásticos altares del souvenir, donde su demanda «siempre» fue baja, según comentan los comerciantes.

Aunque los dueños de estas tiendas, siempre pendientes de las fluctuaciones del mercado turístico, se pertrechan ya de cara al funeral de mañana, no lo hacen en demasía, no vayan a sobrar piezas que después tendrán una difícil salida. 

«En estos momentos, por como están las cosas, tiene poco o nada de mercado. También estamos en Navidad y las fábricas no han producido objetos, pero tampoco hay una gran demanda de lo poco que ya tenemos», asume Cesare, tras el mostrador de uno de estos puestos.

En la tienda no hay ni un alma y él se entretiene preparando unas bolsitas con rosarios de madera y la foto del Papa alemán. «Llegar después de Juan Pablo II le penalizó», opina, incapaz aún de olvidar el multitudinario funeral de Wojtyla en 2005.

Dos austeras estampillas

El resto de propietarios de negocios de recuerdos papales son de la misma opinión. Así, Elisa, que anuncia en su letrero «objetos sagrados», confirma que solo cuenta con dos austeras estampillas con oraciones de Benedicto XVI al precio de 1,50 euros. «Trabajo en este sector desde hace muchos años y nunca hubo una gran demanda», afirma. «Esperemos que ahora que hay bastante gente logremos vender lo que tenemos sobre su Pontificado», augura, aunque no es muy optimista: «No gobierna desde hace mucho y quizá la gente le ha olvidado», concluye.