DANA y borrascas de septiembre salvan un año hidrológico seco

R. Ch. / M. L.
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El campo recuerda que «no llovió nada hasta junio y además hubo temperaturas altas», lo que afectó a la brotación de cultivos como el viñedo y el olivar, que se produce en primavera

DANA y borrascas de septiembre salvan un año hidrológico seco - Foto: Rueda Villaverde

En el calendario faltan aún 90 días para celebrar la llegada del año nuevo, de 2024, pero en el calendario hidrológico, el año acabó este fin de semana. El 1 de octubre es el 1 de enero hidrológico y Ciudad Real despidió un curso 2022-23 normal para la última década, pero seco si se compara con las lluvias de lo que va de siglo. Ha caído un 15% menos de agua.

Según las cuentas de la Aemet, en Ciudad Real se han recogido este año hidrológico 349 litros por metro cuadrado. Es justo la cantidad media de los últimos 10 años. Ha llovido lo que suele llover recientemente, aunque eso es menos de lo que solía caer en las décadas anteriores. De hecho, los primeros años 20 de este siglo están siendo los más secos que se recuerdan desde los años 90 del siglo pasado, desde la sequía que asoló la provincia, provocando severas restricciones al consumo de agua. 

De los doce meses del año hidrológico que acaba de terminar, llovió más en marzo y junio y mucho más en septiembre y diciembre, períodos que ayudaron a maquillar las cifras globales del año. En esos dos meses se concentran la mitad del agua que se recogió en todo el año. En julio llovió lo que se esperaba, prácticamente nada;cayó menos agua de lo habitual en octubre, enero, febrero, agosto y mucha menos en noviembre, marzo y abril. Estos dos últimos dejaron menos de cinco litros en plena primavera. 

DANA y borrascas de septiembre salvan un año hidrológico secoDANA y borrascas de septiembre salvan un año hidrológico secoLos pantanos ciudadrealeños cierran el año hidrológico por debajo del 30% de sus reservas. En el caso del sistema de abastecimiento de la capital, el Gasset y Torre de Abraham llegaron a este 1 de octubre con poco más de 30 hectómetros cúbicos de agua almacenada. Son siete más que hace un año, uno de los más secos que se recuerdan, y prácticamente las mismas cifras de 2021 y 2020. Y eso que en septiembre, por ejemplo, según recoge la agencia EFE, los embalses de la provincia de Ciudad Real registraron un descenso en el volumen de agua que acumulan de 2,2 hectómetros cúbicos, pese a que durante este mes se han registrado en la provincia precipitaciones significativas como consecuencia del paso de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) y varias borrascas atlánticas.

Afectación al campo.

Pero para el campo no solo influye cuánto llueva, también cuándo y cómo lo haga. En este sentido, el director general de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, Juan Miguel del Real, recordó que «hasta junio no llovió y además hubo temperaturas altas», por lo que afectó a la floración de cultivos tan importantes en la provincia como el viñedo o el olivar, que tienen la brotación en primavera. 

«La lluvia de después puede ayudar a engordar lo que tiene la planta, pero lo que no ha brotado no puede hacerlo engordar», agregó en referencia a estos cultivos que ya han nacido mermados este año y por ello se ha revisado a la baja la cosecha de vino, que será de unos 18 millones hectolitros, frente a los 20 que se pensó primero, del mismo modo que también se espera una cosecha de aceituna más corta a nivel nacional. 

Además, comentó que el fruto de la almendra también es «más pequeño» y «se ha caído mucha con las DANAS», las que también afectaron al cultivo de viñedo en algunas zonas de la comarca de La Mancha. De hecho, hubo explotaciones en puntos como Socuéllamos que se vieron muy perjudicadas por este fenómeno meteorológico.