Analizan el impacto de la actividad humana en Las Tablas

Efe
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Alberto Celis, doctor por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos de la UCLM, estudia en su tesis doctoral qué ha ocurrido en el parque nacional y por qué un lugar habitado desde la Edad del Bronce ha acabado tan deteriorado

Analizan el impacto de la actividad humana en Las Tablas - Foto: Rueda Villaverde

Conocer el impacto que la actividad humana, desde la Edad del Bronce hasta nuestros días, ha tenido en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real, ha sido el objetivo de la tesis doctoral defendida por Alberto Celis.

Celis, doctor por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), analiza en este trabajo qué ha ocurrido en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel en este tiempo y por qué un lugar habitado desde la Edad del Bronce ha acabado tan deteriorado.

En declaraciones a Efe ha explicado que la situación del parque nacional ha rellenado telediarios, notas de prensa, artículos, debates y tesis doctorales, sin embargo nunca se había enfocado el tema a partir de un estudio histórico que abarcase desde la Edad del Bronce hasta la actualidad para explicar lo que ha sucedido.

Este ha sido el objeto de su tesis, titulada 'Cambios naturales y antrópicos en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel a partir del registro sedimentario, arqueológico e histórico (Edad del Bronce-hoy en día)', que ha realizado en el marco del proyecto 'Paleo Tablas de Daimiel' encabezado por Rosa Mediavilla, investigadora del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).

El estudio ha correlacionado el registro sedimentario con las fuentes históricas para reconstruir el clima y la hidrología del parque nacional durante el Holoceno, en el que las actividades agropecuarias han tenido un papel fundamental, ya que a partir de la Edad del Bronce se convirtieron en la actividad económica más importante de la zona.

Fue el momento de la construcción de las motillas que "no tuvieron que ver con ninguna sequía como se había publicado hasta ahora, sino con una mayor humedad lo que favoreció el asentamiento humano en la zona", ha asegurado.

"Durante el domino romano la aridez aumentó y los ríos disminuyeron su gradiente, y con el fin de adaptarse a un mayor encharcamiento se construyeron calzadas que, con posterioridad, también servirán de azudas para los molinos harineros", ha indicado.

Durante la 'Pequeña Edad del Hielo' el encharcamiento continuó aumentando y los molinos mejoraron su tecnología para compensar la pérdida de potencia hidráulica, aunque fue a partir de la década de 1720 cuando se produjo un cambio fundamental que marcó el devenir en los siguientes siglos.

Gracias a la extensión de la agricultura, por primera vez, la producción creció en medio de un periodo árido, ha explicado el investigador, quien ha añadido que fue una de las consecuencias de la desecación de Las Tablas de Daimiel en la década de 1750 con el fin de canalizar los ríos y aumentar la potencia de los molinos.

Además, "se incrementaron las hectáreas destinadas a actividades agropecuarias y desde aquel momento el impacto antrópico fue incrementándose hasta que, a mediados del siglo XX, se aceleró con el paso de una agricultura extensiva a otra intensiva que sobreexplotó los recursos hídricos y acabó con la capacidad de recuperación del ecosistema al sucederse los impactos de manera ininterrumpida".

En consecuencia, se ha establecido una periodización en tres fases: I o natural (Edad del Bronce-1750) donde se realizaron infraestructuras hidráulicas (motillas, azudas, molinos), que se adaptaron a la evolución natural del humedal; II o de antropización (1750-1950) donde se produjeron las primeras modificaciones debido a las primeras oleadas agrícolas que buscaron superar los condicionantes climáticos, y III o de artificialización (1950-actualidad) donde el humedal se transformó debido a la sobreexplotación de los recursos hídricos.

Estos resultados, ha explicado Celis, enriquecen el debate existente sobre el Antropoceno, nueva era geológica que se habría iniciado a mediados del siglo XX con la aceleración del impacto antrópico a escala global.

Si bien en Las Tablas de Daimiel también existen señales que indicarían esta misma aceleración, se puede defender un pre-Antropoceno a partir de 1750 que podría estar relacionado con una oleada agrícola a nivel europeo, durante la Edad Moderna, que quiso superar los condicionantes climáticos modificando el medio natural, ha concluido.