Almagro 1931

Rafael Zaldívar / Ciudad Real
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Hoy traemos a La Lidia otra imagen con historia: nada menos que la plaza de toros de Almagro en el año que se proclamó la 2ª República. Tiempos tumultuosos, aunque no lo parezca a tenor de la imagen, coches estacionados en día de corrida y transeúntes que curiosean por los alrededores de la plaza. Ya había ocurrido 'lo de Cagancho' cuatro años antes y estaba por venir 'lo' del incendio, el 26 de agosto de 1932. Ardió por completo la plaza y las pérdidas fueron cuantiosas, entre cuarenta o cincuenta mil pesetas, se dijo por entonces. Sabemos que el gobierno civil publicó una nota en la que se achacaba lo ocurrido a «la informalidad de la empresa y a la impericia del alcalde».

Hogaño, los aficionados nos quedamos sin toros. Y llovía sobre mojado. Nos duele igual que nos duele Puertollano. Hay que ponerse manos a la obra y que no nos 'pille el toro'. No se puede improvisar y menos 'dejar regalos envenenados'. Las licitaciones de las empresas se han de hacer con tiempo y sin prisas. Y lo de sin coste alguno para las arcas municipales, se supone que será para todo tipo de espectáculos. Si no hay un euro, no lo habrá para otras cosas ¿verdad?

Ya saben lo que dijo 'Cagancho' aquella tarde desafortunada cuando se refugió en el Salón de Actos del Ayuntamiento: «Yo quería quedar bien, pero lo que no pue zé, no pue zé'». Pues eso mismo, decimos nosotros.