Macrojuicio a 10 acusados nigerianos por phishing

La Tribuna
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La Audiencia Provincial de Ciudad Real sentará en el banquillo de los acusados a una decena de personas de nacionalidad nigeriana para los que la Fiscalía pide penas de entre un año y medio y dos de cárcel por estafa, falsedad documental y blanqueo

Audiencia Provincial de Ciudad Real. - Foto: Fotos Rueda Villaverde

La Audiencia Provincial de Ciudad Real sentará en el banquillo de los acusados a una decena de personas de nacionalidad nigeriana para los que la Fiscalía pide penas de entre un año y medio y dos de cárcel por delitos de estafa, falsedad documental y blanqueo de capitales. Los hechos ocurrieron, al menos desde 2013 y hasta 2017, y los acusados, según el escrito de acusación, forman parte de un grupo, en su mayoría de nigerianos, que de forma organizada y en acción conjunta con ciudadanos tanto de esa nacionalidad como españoles, se "procuraban" fraudulentamente cantidades de dinero a través del llamado phishing. Esto es, realizaban transferencias fraudulentas a través de internet utilizando cuentas corrientes de terceros a cambio de un porcentaje. 

El modus operandi era prácticamente el mismo en todos los casos y con un mismo gancho: la empresa con sede en Argamasilla de Calatrava , fabricante de cuchillos y navajas artesanales desde 1950. Los acusados conseguían ahcerse pasar por la empresa y enviaban a sus clientes, con direcciones electrónicas semejantes a las auténticas, mensajes en los que informaban que desde ese momento, el abono de las facturas debían realizarlo en una nueva cuenta bancaria. Así se lo trasladaron a empresas con sede en Dubai, en Perú o en Estados Unidos. El dinero, en algunos casos cantidades de varios miles de euros, según entraba en la cuenta salía con reintegros en cajeros en localidades de cualquier punto de España por parte de personas no identificadas. 

Según la Fiscalía, fruto de las denuncias se consiguieron autorizaciones judiciales del juzgado de Puertollano para averiguar los titulares de las líneas telefónicas y los NIEs aportados para abrir las cuentas, así como las direcciones aportadas. Así se fue conociendo la identidad de una serie de personas de origen nigeriano que de forma organizada, obrando de común acuerdo, y en acción conjunta, "movidos por el objetivo común de procurarse un ilícito beneficio patrimonial a costa de lo ajeno, venían dedicándose a procurar cantidades de dinero a través de esas transferencias a través de internet utilizando cuentas corrientes de terceros a cambio de un porcentaje, de modo que una vez que las víctimas, los clientes de la empresa argamasillera, habían efectauado los ingresos creyendo que actuaban correctamente en el abono de sus facturas, el dinero "era extraído por los titulares de la cuenta" en las cantidades que les eran indicadas por aquellos a cuyas órdenes acuaban, que no han podido ser identificados, mediante reintegros a travé sde cajeros o en los tiempos y cantidades que les iban indicando, para ingresarlas o transferirlas a cuentas de personas tampoco identificadas. 

Así se llegaron a contabilizar centenares de movimientos en las cuentas hasta que en 2017 se pudo detener a los ahora acusados en un juicio que arranca este martes y que se prolongará hasta el jueves.