Hacia un motor de progreso social

SPC
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La empresa promueve alianzas con entidades locales en favor del bienestar social en la región

Taller del programa educativo Aqualogía en Malagón.

Además de promover una gestión sostenible de los recursos naturales, allí donde está presente, Aquona impulsa medidas y alianzas con entidades locales y regionales para mejorar la calidad de vida de las personas, en especial aquellos colectivos en situación de vulnerabilidad.  Precisamente poniendo el foco en las personas en situación de vulnerabilidad, el objetivo de Aquona ha sido, es y seguirá siendo garantizar el acceso al agua. Por ello, el 100 % de los clientes de Aquona tienen acceso a fondos o tarifas sociales, un reto que se ha alcanzado gracias a la colaboración de las administraciones y entidades sociales como Cruz Roja o Cáritas, con las que se ha firmado acuerdos en el último año para ampliar la cobertura de los fondos sociales existentes en la región. En cifras, Aquona destinó el último año un total de 683.000 euros a fondos y tarifas sociales. 

A su vez, la creación de oportunidades educativas, la mejora de la empleabilidad y la promoción de comunidades sostenibles son los ejes fundamentales del compromiso de Aquona con la comunidad . El impulso de programas como Aqualogía, especializado en el conocimiento y el cuidado del agua que ha llegado ya a más de 15.000 alumnos de primaria castellano manchegos desde su inicio hace 10 años y que estos días recorrerá las aulas de Socuéllamos o Villanueva de los Infantes, entre otros, o  como Aquae STEM para promover las vocaciones científicas, matemáticas y tecnológicas entre las niñas, son claros ejemplos de ello.  En materia de colaboración social, se suman iniciativas puestas en marcha con distintas entidades sociales como el Banco de Alimentos o Cruz Roja, cuyo objetivo es ayudar a personas en riesgo de exclusión social, laboral y económica. 

Así pues, la colaboración sostenida con las administraciones y los actores locales ha sido clave en la trayectoria de la compañía, y sin duda señala el camino. Es fundamental seguir impulsando acciones colectivas transformadoras para avanzar en un modelo de gestión del agua más sostenible, resiliente e inclusivo, para las generaciones futuras.