Hace siete años, Laborvalía decidió cambiar el concepto de trabajo que venía desarrollando con las personas con discapacidad y lanzarse a una iniciativa que les diera visibilidad y que demostrara la importancia que pueden tener en ámbitos como la cultura. Ha sido una iniciativa que sirvió para cimentar el mayor museo de pintura urbana al aire libre, con los diez silos que pintaron personas con discapacidad de la provincia, junto a grandes grafiteros, y del que hace dos años se puso al frente el grafitero Rafael Rodrigo, MeOne, con la denominación de Valorarte. La iniciativa, financiada por Junta de Comunidades y Diputación Provincial, ha seguido su curso con una repercusión provincial que el próximo 4 de mayo tendrá una valoración nacional, ya que el Real Patronato sobre Discapacidad le ha concedido el premio 2021 a Cultura Inclusiva. La reina Letizia entregará este galardón a los cinco integrantes fijos del proyecto y a MeOne en reconocimiento a los más de 4.000 alumnos y más de 2.000 personas con discapacidad que han colaborado en los 50 grafitis que se han realizado con «el objetivo de que las personas con discapacidad se acerquen al arte no solo en su propio beneficio sino también en beneficio de los demás», en palabras del gerente de Laborvalía, Alfonso Gutiérrez.
El Patronato concede el premio a Valorarte «por constituir una iniciativa cultural que aúna de modo inspirador el protagonismo artístico de personas con discapacidad con más necesidades de apoyo; la cocreación productiva con artistas plásticos reputados de la escena española e internacional; la multicanalidad de formatos, algunos con gran alcance público, y la conexión con el territorio, demostrando que el entorno rural es también un espacio propicio para una creación artística inclusiva y socialmente transformadora», según se recoge en la publicación del BOE por la que se otorga este galardón. Con ilusión acogen los integrantes de Laborvalía este premio, ya que aseguran que «siempre se han visto como artistas», algo que sienten desde el primer momento en que cogen un spray, afirman al unísono Juan Carlos Palomares, Estefanía Márquez y José María Díaz. Ellos son tres de las cinco personas con capacidades diferentes que han hecho del grafiti «su forma de vida», explicó Gutiérrez. «Me voy a poner nervioso cuando vea a la reina, la abrace y me haga una foto con ella», explicaba, Juan Carlos Palomares. «Sentimos alegría y queremos pintar más muros y más sitios», señaló Márquez, usando un lenguaje de grafitero.
Trabajo conjunto
Para el tomellosero MeOne es un reconocimiento «del trabajo conjunto, del equipo que hemos formado en Valorarte». Rodrigo recordó la importancia de un premio que une dos aspectos que suelen estar fuera de lo normativo, como son el grafiti y la discapacidad. En este sentido, señaló «el crecimiento exponencial» que ha habido en el grafiti gracias a Valorarte con trabajos tanto para instituciones públicas como privadas.
Premio a la inspiración artística de valorarte - Foto: Fotos Rueda Villaverde«El premio para nosotros es relevante sobre todo por el objetivo que perseguíamos de transmitir una imagen de talento y de creatividad que tienen las personas con discapacidad», expuso el gerente de Laborvalía. La intención era reflejar «el mundo de las personas con discapacidad a través del arte y del color», a la vez que poner esa nota de color con la que ellos miran el mundo en las calles.
Por ejemplo, dentro de la propuesta de Valorarte hay iniciativas como los superhéroes, donde la intención es «plasmar los mensajes en positivo» que pueden dar a las personas. Así hay héroes como Capitán adapTea, medio persona, medio Camaleón y que quiere pasar desapercibido, realizado por personas con Tea, o SinoraDown, hecho por Caminar con la capacidad de parar el tiempo y ayudar a cambiar los estados de ánimo. Son solo algunos murales, ya que también se han pintado otros por la igualdad o la semana que viene pintarán uno en Cepaim por los refugiados
Estos superhéroes se convertirán en una exposición que quieren estrenar en Toledo. Uno de los muchos proyectos que tiene, por delante, Laborvalía más allá del premio y entre los que están las primeras salidas fuera de la provincia a pintar, en concreto a Jaén y Cáceres. Para Gutiérrez muestra la «normalización» del proyecto convertido ya en «un colectivo artístico» al que invitan a pintar en otros territorios.