Javier del Castillo

Javier del Castillo


Sin tregua

05/09/2023

En nuestro país no hay vacaciones para la confrontación y el debate. Las noticias, aparentemente intrascendentes, adquieren una virulencia fuera de lo normal. Las ganas de pelea no admiten descanso. Tampoco los resultados electorales, poniendo en manos de Puigdemont y de Otegi el futuro de España, ayudan a recuperar el sosiego y la calma.
Verano de locos. Mientras Sánchez visitaba Marruecos, feliz y contento porque las elecciones del 23 de julio le daban la oportunidad de reeditar un 'gobierno de progreso', su vicepresidencia y ministra de trabajo, Yolanda Díaz, iniciaba contactos con el 'prófugo' de Waterloo, para negociar una posible amnistía y un nuevo referéndum. 
Mientras la presidenta del Congreso, Francina Armengol, se apresuraba a ofrecer a los socios potenciales la posibilidad de expresar sus reivindicaciones independentistas en su idioma - catalán, euskera y gallego –, desde la tribuna de oradores, la cantante Eva Amaral reivindicaba a pecho descubierto, en Sonorama 2023, los derechos de la mujer. Y, coincidiendo con estas dos noticias de alcance, en las cocinas de Moncloa se preparaba otro plato de difícil digestión: la amnistía y la autodeterminación para los catalanes.
Igual que fueron rechazados en su día los indultos, para después firmarlos, o se habló de endurecer los delitos de sedición y malversación, y luego se eliminaron o ablandaron; con la amnistía – «prohibida en la Constitución», como dejó claro en su momento la exvicepresidenta, Carmen Calvo – puede ocurrir lo mismo. Será inmoral y vulnerará el principio de igualdad, ha dicho García-Page, pero como si predicara en el desierto.  Desde hace algún tiempo, las líneas rojas no existen. O, mejor dicho, sólo existen para impedir el paso a la derecha.
Nunca para evitar que Puigdemont y compañía decidan por nosotros el programa de gobierno de España y las medidas de gracia que ellos consideran necesarias para recuperar la convivencia en Cataluña y dar un nuevo impulso a sus deseos inquebrantables de independencia. Y, si no se pasa por el aro, nuevas elecciones y a confiar en otro resultado.
Lo siento. No era mi intención meterme tan pronto en estos berenjenales. Me había propuesto analizar a fondo el 'piquito' de Rubiales, que ha sido el gran debate de este verano. Pero, sobre Rubiales ya está dicho casi todo, menos que durante su mandato ha habido un Mundial Femenino y las chicas españolas, por méritos propios, se lo han traído a casa.