Ven "desproporcionadas" las medidas antifraude en el Avant

La Tribuna
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La asociación de usuarios Avant considera que la propuesta de Renfe supone "matar moscas a cañonazos, siempre en perjuicio del usuario, poniendo en grave peligro la sostenibilidad de sus puestos de trabajo"

Ven "desproporcionadas" las medidas antifraude en el Avant - Foto: Rueda Villaverde

Las asociaciones de usuarios de Avant de Ciudad Real, Toledo y Cuenca consideran que las nuevas medidas antifraude implantadas por Renfe desde hoy para evitar el mal uso de los abonos bonificados son "las más abusivas, desproporcionadas y fuera de contexto de todas las que se han tomado hasta ahora". "Se trata de una muestra más de cómo Renfe mata moscas a cañonazos, siempre en perjuicio del usuario, poniendo en grave peligro  la sostenibilidad de sus puestos de trabajo", señalaron las entidades, quienes recordaron que las medidas "no se aplicarán a los que adquieran su abono por el importe íntegro sin descuento, con el agravio comparativo que supone el pagar más y tener más flexibilidad de uso". 

"Hoy entran en vigor las nuevas medidas impuestas por Renfe a los usuarios recurrentes de los trenes Avant de nuestra región, que usan este medio a diario para ganar su  sueldo en Madrid y volver a su región a gastarlo", apuntaron las entidades, quienes recuerdan que las medidas implican la prohibición de formalizar dos trenes consecutivos en el mismo trayecto; la imposibilidad de anular un billete si quedan menos de 60 minutos para la salida; y una sanción a aquella persona que no haya consumido tres de sus formalizaciones, por las causas A o B, imposibilitando durante 90 días la compra un abono subvencionado con el 50% del importe. 

"De hoy en adelante, esas personastrabajadoras y dependientes a diario del tren, no solo tendrán  que hacer frente al esfuerzo cotidiano que supone compaginar su carrera profesional en la capital de España con su vida personal y familiar en las capitales de provincia de Castilla-La  Mancha", señalando que ahora además, tendrán que prever a sus imprevistos, valga la redundancia, ya sean propios o  ajenos, con al menos 60 minutos de antelación. "De lo contrario, si llegan tarde a la estación de  Puerta de Atocha y pierden su tren, tendrán que adquirir un billete de vuelta a casa, de un precio aproximado de entre 13 a 30 euros, en el siguiente horario, siempre y cuando puedan permitírselo", apuntaron o bien "esperar entre una y tres horas y media para poder reservar un  nuevo billete con su abono bonificado, dependiendo de a qué ciudad regresen". 

Además indicaron que pesará sobre ellos la presión de saber que si esta situación se da en 3 ocasiones durante la  vigencia de su abono, cualquiera que sea el periodo en el que se acumulen, ya sea a lo largo 3 meses o 1 año, "tendrá que pagar el doble por el abono a lo largo de 90 días, ya que es el tiempo durante el que se verán imposibilitados a beneficiarse de la reducción del 50%".

Para la asociación, de modo irónico se trata de "todo un ejemplo  de gestión enfocada en la conciliación familiar por parte de la empresa pública que presta sus  servicios en la línea, respaldada por el silencio institucional del gobierno de Castilla-La Mancha". "Una persona que viaje a diario a Madrid, y al cabo del año realice alrededor de 500 viajes,  perderá su derecho a formalizar el abono subvencionado durante tres meses si pierde, a lo largo  de todo ese periodo, solamente tres veces el tren por llegar tarde a la estación. Situación más que  previsible cuando se depende del transporte público de la capital".

Los usuarios denuncian que han visto cómo se incrementa la duración de los trayectos, sufridos por todos los  usuarios de las lanzaderas Puertollano-Madrid, Toledo-Madrid y Cuenca-Madrid. También la  imposibilidad de llegar antes de las 8 de la mañana a Madrid desde Ciudad Real, "lo cual es  desastroso para muchos trabajadores que tienen que desplazarse desde la estación de Puerta  de Atocha a sus centros de trabajo, y que ya optan en muchos casos por desplazarse en coche  particular". No ha bastado con la modificación repentina de los horarios en todas las líneas, sin  que además se informe, en primera instancia, de la duración de esas alteraciones. Por no  mencionar el hecho de que los usuarios pierden bonificaciones a diario, como es el caso de  acceder a los aparcamientos de las estaciones, porque Renfe ha decidido contabilizar únicamente el gasto efectivo que realiza cada viajero en la mitad de su billete, y no la otra parte que proviene del dinero público, a la hora de asignar una categoría sus tarjetas de viajero. 

Iguañlmente denunciaron que no han servido las reuniones mantenidas con los responsables de Adif, Renfe y la Junta de  Castilla-La Mancha a lo largo del año 2023, en las que se han solicitado de manera reiterada  medidas para mejorar la flexibilidad y prestaciones del servicio para con los usuarios. Las  propuestas de las asociaciones no han sido atendidas y, lo que es peor, sobre otras se generó  una expectativa que nunca ha llegado a cumplirse. En muchas de ellas, se plantearon medidas  que van directamente en contra de las que se han decidido imponer. 

Ante la falta de respuestas por parte de la gestora y todos los cargos políticos estatales y  autonómicos a los que se ha instado a intentar frenar estas injustas medidas, por parte las  asociaciones no cabe otra situación que señalar a los principales responsables de las  consecuencias que se vayan a vivir a partir de mañana. Así señalaron a Renfe, que ha hecho oídos sordos a los mensajes directos y a los comunicados en prensa  de las distintas asociaciones. "Estas medidas son una demostración de su incapacidad para  gestionar problemas y su nula conciencia de la afección real de las medidas que adoptan sobre  las personas que dependen de sus servicios ferroviarios", indicaron. Al Gobierno de Castilla-La Mancha, cuya desidia y silencio ha abandonado a su suerte  a ciudadanos que, a medida que pasa el tiempo, miran con recelo la necesidad de desplazarse,  junto con sus familias, a vivir a Madrid, ya que no pueden en muchos casos renunciar a su  puesto de trabajo. "Nos llama poderosamente la atención que la Junta, presente en todas las  reuniones mantenidas con Renfe, conocedora de todas las reclamaciones y medidas puestas  encima de la mesa por los usuarios, no se haya pronunciado mediante declaración institucional pública que haga recapacitar a la gestora Renfe", comentaron. 

Las asociaciones temen las situaciones que se van a dar a partir de hoy. Desconocen si Renfe se  guardará la carta de arreglar el desaguisado en su oficinas de atención al cliente, evitando que los incidentes que se generen tengan trascendencia pública. "Lo que sí da a entender esta forma  de proceder es que las reclamaciones de los centenares de usuarios de la región han vuelto a  quedar en un segundo plano", afirmaron.