Gonzalo López-Tola regresó este sábado a las pistas. El joven pivote ciudadrealeño sufrió una lesión de gravedad en su rodilla izquierda que le había impedido jugar esta campaña y, tras una pequeña recaída, pudo volver a participar en el encuentro ante el Alicante e incluso anotó un gol. 

Su pesadilla comenzó al inicio del verano, cuando en un entrenamiento de balonmano playa cayó mal tras un giro y se lesionó en la rodilla izquierda. El diagnóstico fue rotura de menisco en asa de cubo, por la cual tuvo que ser sometido a una artroscopia el 20 de septiembre.

A partir de ahí inició una larga recuperación, mientras el equipo comenzaba la campaña con muchas dificultades, por los problemas físicos de otros compañeros, lo que incluso llevó a incorporar a Rolando Urios.

A principios de febrero sufrió una pequeña recaída que aplazó su reaparición al pasado sábado, cuando disputó sus primeros minutos de Liga ante el Alicante, aportando un gol.

«Estaba tranquilo, la verdad que me lo tomé como un partido más, aunque está claro que era especial. Lo disfruté mucho», admite.

López-Tola llega a tiempo para contribuir al equipo en su lucha por la permanencia. A falta de dos jornadas para el final de esta primera fase, en la pista del Ibiza este sábado y la semana que viene en el Quijote Arena frente al Barça Atlètic, el pivote considera que la mejor versión del equipo está aún por llegar.

«Desde el inicio del año el equipo está en una dinámica de trabajo mucho mejor. El objetivo de la temporada es la salvación y estoy convencido de que lo vamos a conseguir».

Durante este tiempo está pudiendo compartir vestuario con Rolando Urios, considerado mejor pivote de la historia, y que le está ayudando mucho con sus consejos. «Cuando él habla hay que escuchar y apuntarlo en la libreta», bromea. Y es que su relación con el hispano-cubano es muy especial, pues llegó a jugar con su hijo, así que se conocen desde hace muchos años e intenta aprender todo del que fuera su ídolo de niño.

En el encuentro ante el Alicante recibió también los ánimos de la peña La Batalla con un cántico especial para él, lo que agradece porque «son gente estupenda. Yo entreno a hijos de varios de ellos y durante este tiempo se han preocupado por mí y cómo iba mi lesión», relata.

Con la recuperación de Gonzalo López-Tola y la reaparición también hace unas semanas de Diego Cadelo, el Alarcos prácticamente está al completo ya, pues tanto Jota Serrano como Pepe Mora, ausentes en Sagunto, ya pudieron jugar en el último partido.

El que permanecerá en el dique seco unas cuantas semanas más es Rolando Urios, en pleno proceso de recuperación de un edema óseo sufrido tras un golpe fortuito en un entrenamiento antes de Navidad.

UNA FINAL. El conjunto entrenado por Isidre Pérez está preparando a conciencia el duelo de este sábado ante el Ibiza, que puede ser un rival directo en la segunda fase, por lo que los puntos obtenidos ante ese equipo, al que ya ganaron en la primera vuelta, se arrastrarían.