Lamentable agresión a Rajoy

SPC-AGENCIAS
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Un joven de 17 años asesta un fuerte golpe en la cara al presidente y le tira las gafas al suelo en un paseo electoral del 'popular' por Pontevedra

Intolerable e inaceptable en democracia. Nada justifica una agresión como la que sufrió ayer Mariano Rajoy en Pontevedra. Un brutal puñetazo que le propinó sin mediar palabra un joven de 17 años cuando estaba dando un paseo por la ciudad.

Como es habitual en las campañas electorales, el presidente del Gobierno y candidato del PP a los comicios del próximo domingo estaba saludando y haciéndose fotos con los simpatizantes que se le iban acercando, mientras su equipo de seguridad se mantenía en un discreto segundo plano. En un momento del paseo, el joven, hincha radical del club de fútbol local y sin antecedentes penales, se colocó tranquilamente a su lado como un admirador más, escuchando las palabras de Rajoy, hasta que, para sorpresa de todos, le lanzó un gancho con el puño cerrado y con todas sus fuerzas en la zona de la sien.

Como consecuencia del golpe, el aspirante popular perdió las gafas, que se rompieron al estrellarse contra el suelo, y, en su rostro, quedó una marca claramente visible fruto del fuerte impacto.

A pesar del revuelo y la incertidumbre inicial, el joven fue reducido, no sin antes agredir también a uno de los escoltas del presidente. Esposado, el menor, en cuya página de Facebook se presenta con una bandera republicana, fue sacado del lugar por la Policía bajo la acusación de atentado a la autoridad. Un delito por el que, según el Código Penal, podría ser condenado hasta a seis años de prisión, aunque al no haber cumplido la mayoría de edad, esa pena podría verse rebajada.

Fuentes policiales aseguraron que el agresor no mostró el más mínimo arrepentimiento, sino todo lo contrario: «Insistía en que estaba muy contento y que volvería hacerlo». Asimismo, testigos presenciales de la retención explicaron que el detenido justificó su acción aludiendo a los «recortes» y la «corrupción» con los que ha relacionado al PP y a Rajoy.

Tras la agresión, los servicios de seguridad se llevaron andando al candidato popular a un hotel cercano, donde estaban aparcados los coches oficiales para que descansara. Sin embargo, el líder del Ejecutivo inició rápidamente su viaje a La Coruña, donde tenía el último mitin del día.

Precisamente, en ese acto, fue recibido, al grito de presidente, presidente por más de 3.000 personas, de las que cerca de un millar se tuvo que quedar fuera del Palacio de Congresos de la ciudad gallega por superar el aforo. En el mitin, en el que apareció sin gafas, Rajoy, pidió «huir de los extremismos» y apuntó que, actualmente, lo que se necesita es «moderación».

solidaridad. Nada más difundirse el ataque, el Rey y todos los candidatos a la Presidencia del Gobierno expresaron públicamente su condena o llamaron por teléfono al agredido para interesarse por su estado. Buena parte de los mensajes de apoyo se produjeron desde los mítines electorales del penúltimo día de la campaña, cuando los aspirantes conocieron la noticia.

Desde Murcia, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, hizo borrón y cuenta nueva después del duro duelo dialéctico del pasado lunes en el debate cara a cara y no dudó en condenar sin paliativos el ataque. «Quiero condenar la agresión intolerable que ha sufrido Mariano Rajoy. La violencia nunca está justificada. Mi rechazo absoluto», proclamó. Poco después, los socialistas hicieron público un comunicado para reprobar un hecho «absolutamente injustificable» que, eso sí, consideran «puntual y aislado dentro de una campaña electoral».

 También los candidatos de Ciudadanos, Albert Rivera; de Podemos, Pablo Iglesias, y de IU, Alberto Garzón, le enviaron mensajes telefónicos para conocer cómo se encontraba y para expresarle su máxima solidaridad tras lo ocurrido. También el candidato de UPyD, Andrés Herzog, expresó su condena por el brutal puñetazo en su cuenta de Twitter, red social que se llenó de mensajes de políticos de todos los partidos e ideologías para rechazar lo sucedido en Pontevedra.

De esta manera, Rajoy agradeció «de corazón» las muestras de afecto y solidaridad recibidas y dejó claro que, pese al incidente, seguirá trabajando en la campaña tal y como lo ha hecho hasta ahora.