El corredor español Alejandro Valverde (Movistar) afianzó ayer la segunda plaza de la general en la decimosexta etapa del Tour de Francia, disputada entre Carcassonne y Bagneres de Luchon sobre 237,5 kilómetros y que se adjudicó en solitario, tras culminar una larga fuga, Michael Rogers (Tinkoff-Saxo).
El australiano sumó el segundo triunfo del equipo del ausente Alberto Contador en la presente ronda gala, tras el logrado por el polaco Rafal Majka en Risoul, y su tercero en el curso actual en una ‘grande’, pues logró otras dos victorias en el Giro de Italia en la jornada más maratoniana de la 101 edición de la carrera.
Con un ataque a falta de cuatro kilómetros de la meta, en el descenso del Port de Bales, Roogers confirmó sus dotes como rodador frente a sus compañeros de fuga, el francés Thomas Voeckler (Europcar) y el bielorruso Vasili Kiryienka (Sky), que llegaron ambos a nueve segundos.
A algo más de ocho minutos y medio llegó Alejandro Valverde, soldado a la rueda del francés Thibaut Pinot (FDJ), que aceleró en las últimas rampas de Bales, de categoría especial, 11 kilómetros al 7,7 por ciento y en el que cedió el estadounidense Tejay van Garderen y el francés Romain Bardet, dos de los rivales del murciano por el podio final.
La ‘caída’ de Bardet y Van Garderen fue la consecuencia del ritmo tenso, implacable, del ‘movistar’ Beñat Intxausti, primero, y de John Gadret, que hicieron la selección definitiva entre los favoritos a la general antes de que Pinot descolgara solo unos metros a Valverde y mostrara un mínimo resquicio de debilidad de Nibali.
El acelerón de Pinot apenas le valió para sacar unos segundos en la cumbre de Bales al italiano y al español, que le alcanzaron en la bajada final, donde Jon Izaguirre, descolgado de la fuga de la jornada, y Gadret se relevaron en el minigrupo de candidatos a los tres cajones del podio en los Campos Elíseos. El ‘botín’ para Valverde fue de provecho en la meta, a la que había entrado haciendo reverencias un Michael Rogers eufórico, pues Bardet, hasta entonces a solo 13 segundos del español, cedió casi dos minutos, y Van Garderen, una amenaza ante la crono de la penúltima etapa, 3 minutos y 36 segundos.
El italiano Vincenzo Nibali (Astana) consolidó sin sobresaltos el amarillo en la primera de las tres jornadas en los Pirineos, donde ya no estará el campeón del mundo, el portugués excompañero de Valverde, Rui Costa, baja por una grave bronconeumonía y que no tomó la salida en Carcassonne.