El Ministerio para la Transición Ecológica publicó en agosto de 2020 una resolución de la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental que formulaba la declaración de impacto ambiental favorable a la realización del proyecto ‘Saneamiento integral de las Lagunas de Ruidera y actuaciones complementarias para adecuación del filtro verde’. Una actuación que pretende que el vertido de aguas residuales a las lagunas sea cero y que ahora, casi 20 meses después, se ha desbloqueado con unos trabajos de desbroce y limpieza en la zona de ejecución.
Según explicaron a La Tribuna fuentes de Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), se trata de «unos trabajos preparatorios para la realización de una campaña de toma de los datos geotécnicos necesarios para la redacción del proyecto de construcción del filtro verde». Cuentan con un presupuesto de 17.000 euros y una plazo de ejecución de dos semanas, por lo que los técnicos podrían estar ya sobre el terreno el próximo mes. «Una vez dispongamos del proyecto de construcción deberá ser tramitada su aprobación por el Ministerio para la Transición Ecológica», apostillan desde la sociedad estatal.
El ministerio que dirige Teresa Ribera concluyó que «no es previsible» que dicho proyecto produzca impactos adversos significativos, siempre y cuando se adecue como filtro verde la parcela de 2,1 hectáreas contigua a la estación depuradora -ya construida y ampliada-, en cumplimiento de las condiciones señaladas en la resolución. El proyecto, promovido por Acuaes, tiene por objeto presentar la mejor alternativa técnica, ambiental y económicamente viable para dotar al complejo lacustre de una adecuada infraestructura de saneamiento y depuración a todos los núcleos y edificaciones dispersas, ubicadas dentro del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, garantizando en todas las condiciones de funcionamiento el vertido cero de aguas residuales a las lagunas.
En este proyecto se definen las obras e instalaciones de un sistema de saneamiento y depuración en alta que recoja las aguas residuales generadas en núcleos urbanos, edificaciones dispersas, áreas hosteleras y campings dentro del parque, unificando todos las aguas residuales urbanas a través de colectores hacia la nueva estación depuradora para una población de 6.000 habitantes, situada en las proximidades del pueblo de Ruidera.
Un proceso complejo. El proyecto constructivo original, de 2005, fue aprobado en octubre de 2008 por el Ministerio de Medio Ambiente, pero en abril de 2011, la Audiencia Nacional anuló la resolución ministerial que aprobó el expediente de información pública, al considerar que el proyecto, ubicado en un espacio declarado LIC, debió someterse a evaluación de impacto ambiental.
Posteriormente, Acuaes presentó recurso de casación ante el Tribunal Supremo. La obra fue ejecutándose hasta que el Alto Tribunal dictó sentencia, el 7 de abril de 2014, resolviendo la anulación de la aprobación del proyecto y obligando a la sociedad estatal a redactar el actual proyecto para someterlo a evaluación ambiental.
Así, la actuación de saneamiento, en sus actuales términos, incluye las obras incluidas en el anterior proyecto (la mayor parte ya ejecutadas), así como otras no realizadas y consistentes en la adecuación de una superficie arbolada de una superficie de 2,1 hectáreas que actuará como filtro verde, así como las conexiones privadas de los diferentes puntos de vertido a la red de colectores y su posterior conducción a la depuradora. El proyecto global asciende a unos 12,6 millones de euros.