El jabalí es el animal silvestre más atropellado en las carreteras de la provincia de Ciudad Real, según los datos a los que ha tenido acceso este diario que revelan un incremento de más del 17 por ciento en los accidentes de tráfico con animales implicados. En el último año se han producido 545 siniestros de esta naturaleza, según la estadística de la Guardia Civil de Tráfico facilitada a este periódico por la Subdelegación del Gobierno.
Una tendencia al alza que en 2019 se tradujo en 545 accidentes, frente a los 465 del ejercicio anterior. La provincia cerró el año pasado con 80 accidentes más de este tipo, lo que implica un crecimiento del 17,20 por ciento en el último año. Una cifra récord de siniestros de esta naturaleza en la provincia de Ciudad Real. En 2016 se situaron en 216 y se elevaron hasta los 501 en el año 2017; mientras que en 2018 descendieron a 465 para volver a subir a 545 en el último año.
Los jabalíes lideran, al igual que en 2018, el ranking de animales que el año pasado se vieron implicados en siniestros de circulación en la provincia, con hasta 150 incidencias de este tipo contabilizadas. Sin embargo, no son los únicas especies silvestres registradas en la mencionada estadística. Los accidentes por ciervos en las carreteras se contabilizaron en 82, mientras que los corzos figuran en 60 casos. Menor presencia tienen animales como los zorros (32) o la liebre (6), mientras que en otros casos no es posible determinar la especie animal correspondiente por las consecuencias de los atropellos.
En cualquier caso, la estadística recoge que los animales silvestres estuvieron presentes en 345 de los accidentes de este tipo, mientras que en los 173 restantes fueron animales domésticos los implicados en los siniestros.
Ya en años anteriores fue significaba la cifra de canes y lo volvió a ser el año pasado. Los perros son los animales domésticos que más accidentes de circulación provocaron en la provincia: 142 el año pasado. De hecho, después de los jabalíes son de nuevo los animales que concentran la mayor cifra de siniestros, según los datos de la Guardia Civil de Tráfico.
En los accidentes de circulación con animales implicados es necesario tener en cuenta de quién es la responsabilidad. La legislación establecía que era el titular del terreno situado en las inmediaciones de la vía en la que se producía el siniestro o atropello del animal el que debía cargar con la responsabilidad, a través de los seguros, teniendo en cuenta los importantes costes que suelen llevar aparejados por los daños que producen en los vehículos y también en los conductores, dependiendo de si resultan heridos leves, graves o mueren. Sin embargo, cuando el atropello o accidente se producía en zonas que carecían de señalización o en carreteras con un deficiente estado de conservación era la administración la que tenía la responsabilidad.
La situación cambió a raíz de una modificación de la Ley de Seguridad Vial aprobada en 2004, cuando se determinó que la culpabilidad en los atropellos de especies cinegéticas era del propio conductor, el que, a través de su seguro, debía hacer frente a las consecuencias del accidente. No obstante, la legislación contemplaba dos excepciones: la responsabilidad puede recaer en el titular del coto cuando dicho accidente sea consecuencia de una acción directa de caza colectiva de una especie de caza mayor que se esté desarrollando justo en el momento del siniestro o 12 horas después de su finalización, ya que en estos casos los animales suelen desplazarse de un lugar a otro a consecuencia de los disparos y pueden ser atropellados. El otro supuesto es el que determina que la culpabilidad puede recaer en la administración titular de la vía en el caso de que no haya reparado el vallado de cerramiento o no haya instalado en la carretera la señalización que advierte de animales sueltos para advertir a los conductores de su presencia.
Si bien no han sido facilitados datos relativos a 2019 sobre las consecuencias de esos accidentes, los datos de ejercicios anteriores ponen de relieve que en la mayoría de los casos solo se producen daños materiales, mientras que en un número muy reducido causan víctimas y también en la mayoría de ocasiones con el resultado de heridos leves. En estos casos, se puede exponer como ejemplo que de los 216 siniestros de 2016, solo dos fueron con víctimas; de los 501 del año 2017 solo 11 y de los 465 accidentes de este tipo de 2018 solo 14 fueron con víctimas.
Villanueva aboga por reforzar las medidas y localizar los ‘puntos negros’
El presidente de Aproca, Luis Fernando Villanueva, aboga por incrementar las medidas preventivas para evitar estos accidentes tras subrayar que la cifra podría ser superior si los propietarios de cotos y fincas no hubieran adoptados medios como vallar estos terrenos.
En este sentido, ha avanzando a La Tribuna que Aproca estudia con una mutua un acuerdo para hacer un estudio sobre los accidentes con animales silvestre implicados y proponer soluciones. Recuerda que en otros países hay sistemas de alerta para prevenir esta accidentalidad. «Se activan sistemas luminosos en ciertas zonas por donde pueden cruzar animales», indica Villanueva.
El presidente de Aproca también aboga por conocer y localizar los ‘puntos negros’ por querencia de los animales, porque las zonas boscosas o de monte no se han limpiado y las siembras al otro lado de la carretera con el fin de proponer un sistema de prevención. «Son medidas caras, pero estamos jugando con la vida de las personas», subraya Villanueva tras reconocer que hay señales de tráfico que indican la presencia de animales en la zona, pero que a la vista de los datos de la Guardia Civil son insuficientes.
Según Villanueva, la provincia de Ciudad Real «no es la más problemática» de la Comunidad de Castilla-La Mancha, ya que las fincas están cerradas, valladas, y ello hace que haya menos accidentes, aunque la cifra de 545 en el último año sea muy elevada.
Entiende que estos accidentes tienen que estar recogidos en la Ley de Seguridad Vial y no en la de caza. También considera que no hay que modificar la norma en este aspecto. Los daños que causan los animales no los tienen que pagar el titular del coto tras la modificación de la Ley. Hasta 2015 se contemplaba que el responsable de los accidentes en los que se estaban implicados animales era el titular del coto.