La Noche Santa con los Monumentos

J.M.Beldad
-

Ciudad Real convierte sus iglesias en espacios de adoración y recogimiento ante el Santísimo, adornadas con flores, cera y ofrendas

Un mapa para visitar los Monumentos al Santísimo - Foto: J.M.Beldad / LT

Cada Jueves Santo, tras la celebración de la Misa vespertina de la Cena del Señor, las iglesias de Ciudad Real se transforman en espacios de recogimiento y contemplación. Lo hacen a través del llamado Monumento, un altar especialmente dispuesto para reservar el Santísimo Sacramento y fomentar la adoración durante la noche y la jornada del Viernes Santo. Litúrgicamente, el Monumento responde a una necesidad práctica: reservar el Pan consagrado para el día siguiente, en que no se celebra la Eucaristía, pero sí se comulga en la celebración de la Pasión del Señor. Sin embargo, esta función se convierte también en una oportunidad para expresar, mediante el arte efímero, la centralidad del misterio eucarístico. El altar del Monumento no es el altar principal del templo, sino uno secundario, cuidadosamente decorado, donde se coloca el sagrario provisional y se invita a los fieles a orar en silencio.

La razón teológica del Monumento se vincula directamente al episodio del huerto de Getsemaní. Allí, Jesús pidió a sus discípulos que velaran con Él en su agonía. Así, el Monumento se convierte en una prolongación de ese momento bíblico. Quien se acerca a él en la noche del Jueves Santo participa simbólicamente de esa espera, acompañando al Señor en su entrega definitiva.  La catequesis visual de estos altares es de gran valor. En Ciudad Real, los Monumentos del Jueves Santo ofrecen un recorrido tan diverso como enriquecedor. La Catedral se alza como el más monumental, con una puesta en escena imponente y solemne, enmarcada por la altura y majestuosidad de la capilla del Santísimo. En contraste, la parroquia de Santiago opta por un estilo minimalista, de líneas sobrias y simbología depurada, que invita al silencio y la contemplación. San Pedro mantiene una línea tradicional, fiel a los cánones más clásicos, mientras que los Salesianos incorporan en su Monumento un claro guiño a su Hermandad de las Palmas con la presencia de palmas y elementos cofrades.

La iglesia de Los Ángeles destaca por su elegancia serena, donde cada detalle está cuidado con delicadeza. Por su parte, la parroquia del Pilar y de Santo Tomás apuestan por una disposición tradicional, con flores blancas. Las Hermanas de la Cruz sorprenden con el Monumento más ornamental de la ciudad, rico en símbolos y en un diálogo permanente entre belleza y devoción. La Merced ofrece una puesta señorial y equilibrada, mientras que en el Convento del Carmen, junto a las comunidades de Hijas de María Inmaculada y las Siervas de Jesús Sacramentado, aporta el toque conventual, recogido y profundamente espiritual, que conecta con la raíz contemplativa de estos altares. Otros recomendables son los de María Inmaculada, San Juan Bautista y San José Obrero.

Un mapa para visitar los Monumentos al Santísimo
Un mapa para visitar los Monumentos al Santísimo - Foto: J.M.Beldad / LT

Esta tradición también posee una fuerte dimensión popular y muchas personas en Ciudad Real realizan el recorrido de los Monumentos, mientras ven las cofradías de la Pasionaria de Santiago. Remite a la antigua costumbre de visitar siete iglesias, símbolo de la universalidad de la Iglesia y del seguimiento constante de Cristo en su camino al Calvario en los días del Triduo Pascual. Son, en definitiva, más que una decoración efímera. Son altares del alma, construidos con fe, belleza y silencio. En ellos, Cristo espera ser contemplado y acompañado. Y ahí Ciudad Real vuelva a encontrar el amor en el misterio pascual.