La baja participación obliga a suspender la Feria de la Tapa

Ana Pobes
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Desde el Ayuntamiento aseguran que desde la llegada de la pandemia el evento ha ido en «detrimento» y que a esta convocatoria solo habían concurrido tres establecimientos

Terrazas de un establecimiento hostelero de Valdepeñas, en imagen de archivo - Foto: Rueda Villaverde

Al final no ha sido posible y Valdepeñas tampoco tendrá este año la Feria de la Tapa. El evento no ha tenido 'tirón'. Fuentes municipales aseguran que se abrió la convocatoria para celebrar una nueva edición, pero a dicha convocatoria solo concurrieron tres establecimientos, por lo que ha sido esa «baja participación» lo que ha llevado a que la Feria de la Tapa se suspenda por segundo año consecutivo. «Hacer una feria para tan pocos hosteleros no tenía ningún sentido», señalan las mismas fuentes, que aseguran que desde la llegada de la pandemia este evento ha registrado un «detrimento». Cada año había menos participación.

Una cita con la gastronomía que organizaba el propio Ayuntamiento valdepeñero con el objetivo de fomentar el consumo en el sector, pero con el COVID, reconocen desde el Consistorio, «ya no es necesario incentivar la tapa ni la consumición. Las terrazas y los establecimientos se llenan y no les compensa elaborar tapa. Hay ganas de salir y no se necesita un incentivo». 

Ante esta situación, el presidente de la Federación de Empresarios de la comarca de Valdepeñas, Campo de Montiel y La Solana (Feceval), Cándido Simarro, está de acuerdo también en que esta feria   «ha ido en decadencia continuada, un año tras año». El motivo, argumenta, se deba quizás a una falta de entendimiento entre el sector y el Consistorio, ya que «a la reunión que convocaron solo fueron tres hosteleros», lamenta Simarro. «No hay feria de la tapa porque se intenta hacer pero mal, con unas condiciones que no son atractivas para la hostelería», señala en declaraciones a La Tribuna

El año pasado desde la Federación se trabajó para buscar una nueva fecha bajo el consenso del sector, quizás en enero o febrero, pero tampoco fue posible. «Si el Ayuntamiento estuviera dispuesto a sentarse en la mesa y a escuchar  a los interlocutores se podrían hacer muchas cosas. Pero no escuchan la opinión de nadie», lamenta al tiempo que señala que el sector de la hostelería «ha levantado bastante bien el vuelo y ahora no tiene problemas». 

Cándido Simarro, que fue reelegido presidente de Feceval el pasado mes de mayo, manifiesta que ostenta de nuevo la presidencia con varios proyectos, como la ampliación de la Federación a otros muchos sectores de la economía, además de acoger el industrial y el del comercio. Para ello, se entablarán negociaciones con las diferentes administraciones y, en especial, con los agentes sociales de los diferentes sectores. «Queremos ser el altavoz de los empresarios», sentenció al tiempo que otro reto es establecer el premio al mejor proyecto de empresarial, cuyo montante económico podría estar en los 3.000 euros.