La Corporación saliente del Ayuntamiento aprobó, en la última parte de la legislatura, un plan a ocho años para que Ciudad Real deje de figurar en todos los mapas del chabolismo de España por la barriada de San Martín de Porres. Se trata de una iniciativa que se vino trabajando varios años, a través de la Edusi, y que unos meses antes de las elecciones municipales se presentó a todos los grupos municipales con representación en el Consistorio antes y ahora, para «consensuar», un modelo de actuación, que intervenga con las familias y que permita normalizar su residencia, con ayudas al alquiler o a la búsqueda de empleo, y libere unos terrenos que quedarán aislados del casco urbano en un futuro próximo, ya que la segunda ronda, pasa por delante de las chabolas y de las viviendas de las calles Cachorro y Carmen Amaya cedidas en precario hace años.

La ya exedil de Acción Social, Matilde Hinojosa, explicó que este plan viene realizándose con el nombre de Plan Integral en San Martín de Porres. «Hemos querido ser prudentes y, sobre todo, consensuar un modelo de trabajo con todos los grupos políticos, porque sabíamos y teníamos muy claro que es un plan a medio-largo plazo». De momento, el trabajo ha implicado recopilar la información sobre las personas que residen en la barriada, actualmente 65 familias, aunque hubo 80 antes del crimen del barrio de la Esperanza y que hizo que muchas dejaran sus chabolas. Además, se ha trabajado en la búsqueda de otros modelos por toda España, buscando casos «de éxito» y ver qué cosas «no funcionaron». La iniciativa por la que se ha optado en Ciudad Real es muy similar a la empleada en zonas de Galicia, donde hay siete núcleos chabolistas reubicados con un modelo similar. «La idea es dar los pasos necesarios para que se normalicen sus vidas, las de sus hijos, y romper el círculo de pobreza y marginalidad» que ocurre en el último poblado chabolista de la provincia de Ciudad Real y el mayor de Castilla-La Mancha.

Con estos aspectos se trabajó en diseñar un plan de San Martín de Porres, adaptado y especíçfico para Ciudad Real. Dos técnicos contratados con la Edusi generaron un documento que se debatió en una mesa de trabajo en la que estaban representados todos los partidos políticos en el Consistorio y las entidades que trabajaban en San Martín. «Nos fuimos adaptando a las aportaciones que nos iban haciendo las demás entidades» con la intención de «generar un documento con el que todos estuviéramos cómodos a la hora de trabajar», dijo Hinojosa.

La capital diseña un plan para salir del mapa del chabolismo - Foto: Tomás Fernández de MoyaPlan en dos fases

Este plan a ocho años tiene dos fases. La primera es de tres años en la que se trabaja con la intención de que 34 familias decidan salir de San Martín de Porres, ya que no existe obligación de integrarse en el proyecto. Esta primera parte ya se aprobó por Junta de Gobierno local y cuenta con una partida de 1,4 millones de euros, incluidos 808.000 euros que se han solicitado al Ministerio y a la Junta de Comunidades, a través del Plan de Vivienda.

Con esa partida la intención es, por una parte, contratar seis trabajadores sociales, para que creen tres equipos. El primero se encargará de buscar alquileres en Ciudad Real capital para las familias que hayan decidido dejar el barrio chabolista. El segundo se ocupará de realizar un proceso de normalización residencial, en el que se trabajan aspectos del día a día. La idea es que sea un proceso similar, como ejemplo, al que realiza Cáritas cuando una persona sin hogar decide iniciar el proceso para dejar la calle. Por último, otras dos personas se encargarán de la parte de seguimiento posterior, cuando se ha salido del barrio. La idea es que haya un equipo de trabajo jurídico, laboral y social que actúen de forma conjunta en San Martín de Porres.

Por otra parte, la financiación permitirá derribar todas las viviendas construidas en el barrio, para que no perdure un posible espacio de chabolismo a futuro, más aún cuando se haga la segunda ronda. «No se va a trasladar San Martín a otra zona de Ciudad Real», dijo Hinojosa. «El modelo que le hemos trasladado tanto a la Junta de Comunidades como al Ministerio es que las familias que viven en San Martín puedan vivir en una situación normalizada en la ciudad, sin generar un segundo gueto y sin condenar a las familias que viven allí a replicar todos esos patrones en otro lugar».

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