Ciudad Real entra en el verano con menos del 30% de agua

R. Chávarri
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La provincia estrena estación con la segunda cifra más baja de agua embalsada desde 2011. Solo el año pasado hubo menos recursos en los pantanos del Guadiana y del Guadalquivir

Uno de los embalses de la provincia. - Foto: Rueda Villaverde

Ciudad Real estrenó ayer estación con unas reservas en sus pantanos inferiores al 30 por ciento de su capacidad total. El agua embalsada en la provincia está por debajo de los 150 hectómetros cúbicos, con los pantanos del Guadiana con algo más de 100, la segunda cifra más baja recogida por la estadística de la Confederación Hidrográfica en el inicio de la campaña estival, donde los embalses de la provincia perderán, en total, unos 40 hectómetros cúbicos entre los meses de junio y agosto.

Hoy las reservas de agua están mejor que el año pasado, pero es que 2022 fue una excepción, el que marcó los peores datos desde que se puede comprobar en la Confederación. Hace doce meses, en el primer día del verano, en todos los pantanos que dependen del Guadiana  apenas había 88 hectómetros cúbicos, cuando se han dado años, sobre todo a inicios de la década pasada, en la que las reservas provinciales rozaban los 400 hectómetros cúbicos.

Y eso que junio va camino de ser uno de los meses más lluviosos que se recuerdan en las últimas décadas. En concreto, no llovía tanto en este mes que encara ya su recta final desde 2010: más de 40 litros por metro cuadrado sobre Ciudad Real. Por ahora este junio está siendo el segundo más lluvioso en 30 años. En 2022, por ejemplo, solo se recogieron 0,2 litros de precipitaciones.

Al revisar el estado de los pantanos, el de mayor capacidad, el de Torre de Abraham, encara el verano con 60 hectómetros menos de los que ha tenido a estas alturas del año, aunque con matices. Si se pone la lupa en los últimos cinco años, la variación que presenta hoy es de 'solo' seis hectómetros por debajo de lo habitual y desde 2019 no estaba tan lleno en junio.

El que peor llega al verano es La Cabezuela, entre Valdepeñas y Villanueva de los Infantes. Almacena unos nueve hectómetros cúbicos menos de lo normal en el último lustro, mientras que El Vicario presenta un estado también por debajo de la imagen que suele presentar un 21 de junio: solo tiene un hectómetro de agua, casi ocho menos de lo que suele marcar al estrenar estación.

El embalse que menos recursos almacena es Vega del Jabalón. Considerado técnicamente muerto desde agosto del año pasado, ni el otoño, ni el invierno ni la primavera han servido para que recupere agua. De hecho, ayer la CHG marcaba un volumen de 0,23 hectómetros cúbicos. Entre 2010 y 2014 llegó a almacenar, el primer día del verano, más de 30 hectómetros.

La radiografía de los embalses ciudadrealeños del Guadiana también incluye el pantano del Gasset, del que bebe la capital y su provincia, y que está prácticamente con el mismo nivel de llenado de hace un año, algo más de 13 hectómetros, unos seis menos que la media del último lustro. Ha habido veranos peores, en 2017 había menos de 10 hectómetros y mucho mejores: en 2013 el Gasset tenía el triple de agua.

El que más recursos tiene almacenados, en la cuenca del Guadiana, es Peñarroya. Desembalsando incluso en los últimos días, tiene más agua de la que suele tener al estrenar el verano, casi 45 hectómetros, el doble de las reservas de 2017.

En cuanto a los dos pantanos ciudadrealeños que dependen administrativamente de la Confederación Hidrológica del Guadalquivir, también hay menos agua que hace un año. En Montoro, del que se abastece Puertollano y su área, la reserva marca 20 hectómetros menos que en junio de 2022, mientras que Fresneda acumula dos hectómetros más que en el inicio del último verano.