El estrés postraumático puede llevar a la depresión grave

Agencias
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Los episodios más graves que provocan una gran ansiedad, y que también pueden derivar en un alto riesgo de suicidio, son la muerte inesperada de un ser querido, presenciar un fallecimiento, sufrir un accidente y tener una enfermedad terminal

El estrés postraumático puede llevar a la depresión grave - Foto: Imagen de freepik

Es la gran enfermedad silenciosa del siglo XXI. La depresión y sus posibles consecuencias fatales se ha colado en la vida cotidiana como si se tratase de algo ya casi común, sobre todo después de la etapa pandémica. Precisamente un grupo de expertos, entre psiquiatras y psicólogos, analiza estos días en Sitges dentro del seminario Trauma y depresión, la herida (in)visible las secuelas de esta dolencia en relación con posibles experiencias traumáticas.

Según sus conclusiones, más de la mitad de la población española que ha estado expuesta a un fuerte episodio en su vida, concretamente el 54 por ciento, acaba en una depresión crónica asociada a un alto riesgo de suicidio.

Lo primero que han querido dejar claro es que tener un suceso traumático es algo común, pero «no todas las personas que sufren un trauma se traumatizan», precisó ayer Guillermo Lahera, profesor titular de Psiquiatría en la Universidad de Alcalá y jefe de Sección del Hospital Príncipe de Asturias.

Un trauma psicológico, definió Alicia Valiente, coordinadora de la Unidad de Investigación del Centro Fórum del Hospital del Mar, aparece cuando «una persona experimenta eventos o circunstancias que son físicamente o emocionalmente dañinos o que amenazan su vida, y que tienen efectos adversos duraderos en su funcionamiento y bienestar mental, físico, social o emocional».

«La clave del trauma es la indefensión, durante un tiempo el sujeto cree que, haga lo que haga, no hay nada que hacer», detalló Lahera.

Los episodios traumáticos más frecuentes son la muerte inesperada de un ser querido (31 por ciento); presenciar un fallecimiento (23 por ciento); ser asaltado y sufrir un accidente automovilístico que ponga en peligro la vida (14 por ciento) o tener una lesión o enfermedad potencialmente mortal.

las mujeres, en el foco. En este contexto, casi una de cada cuatro personas (el 23 por ciento de las que sufren trastorno de estrés postraumático,  TEPT) desarrolla síntomas graves, aunque depende del sexo: los hombres tienen ligeramente más exposición a experiencias graves, sobre todo relacionadas con lesiones, accidentes y agresiones físicas, pero las mujeres desarrollan el doble de ansiedad que ellos, en su mayoría por agresiones sexuales.

Otro de los focos de los traumas en los españoles, destacan los profesionales, es la violencia interpersonal y machista. Unos ámbitos en los que es «muy difícil intervenir» porque forman parte de la esfera privada, pero en los que la sociedad debería «seguir erre que erre» para minimizar las cifras.