El Ayuntamiento ha intensificado la campaña de desratización y desinfección del verano, aunque tras las revisiones llevadas a cabo la concejala de Sostenibilidad, Mariana Boadella, afirma que no hay plagas de ratas, cucarachas y otras especies animales que pueden causar problemas de salud. «Se ha revisado todo» y «se está actuando de forma diligente», remarca Boadella trasladando un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía.

El Servicio de Limpieza del Ayuntamiento está trabajando mucho en la calle para detectar posibles problemas y resolverlos, pero los ciudadanos también tienen la «responsabilidad» de no dejar resto de comida en la calle y, por supuesto, no echar comida a gatos, palomas.

La población de animales urbanos «hay que controlarla, porque no tienen depredadores naturales. Ha de haber un equilibrio para evitar perjuicios», explica Mariana Boadella que sabe de lo que habla por su formación, veterinaria.

Hay personas que fomentan el «crecimiento descontrolado» de estas poblaciones animales porque les dan comida involuntaria o voluntariamente. «Si en una terraza no se limpian los restos de comida que queden en el suelo, por las noches van a ir las ratas, los gatos; y por la mañana las palomas», pudiendo generar problemas de salud. No se puede romper el equilibrio de la naturaleza, reitera la concejala, tras dejar claro que eso no significa que no se defienda a los animales, sino todo lo contrario.

Un control no es exterminio, subraya la concejala y veterinaria Mariana Boadella, quien recalca que se lleva de forma muy seria el control de plagas, con rigor y de forma minuciosa por parte de los trabajadores del Servicio de Limpieza del Ayuntamiento que cuentan con una formación especializada y un carné específico para llevar a cabo estos trabajos. El Consistorio lleva un registro del consumo de cebos para ir poniendo donde se acaba. Los protocolos de desratización son «muy exigentes para proteger a las personas. Los cebos se ponen en alcantarillas y en el caso de edificios públicos en compartimientos que solo son accesibles para las ratas. No suponen riesgo para la población», resalta Boadella.

La concejala también recuerda a los propietarios de inmuebles y comunidades de vecinos que han de coordinarse en esta tarea con el Ayuntamiento porque de lo contrario no es efectivo.

Ejemplo la retirada de amianto de una finca. El amianto es un material tóxico y desde 2002 está prohibida su utilización y comercialización en España. La retirada del amianto de edificios e inmuebles de propiedad privada ha de correr por cuenta de empresas especializadas, indica la concejala de Sostenibilidad, Mariana Boadella, tras poner de ejemplo a los dueños de una vivienda de la Plaza Mayor de Ciudad Real por la forma de proceder. En los últimos días los vecinos han visto en la citada plaza dos grandes vehículos de una empresa especializada en la retirada de amianto de un edificio de propiedad privada. En estos casos, la gestión del Ayuntamiento se limita a tramitar el permiso para los trabajos.
Dio la autorización solicitada y aplaude la actitud de los propietarios del inmueble para quitar la uralita. «Es un ejemplo» de cómo han de hacerse estos trabajos, destaca la concejala de Sostenibilidad tras reiterar que ha de ser una empresa especializada la encargada de retirar el amianto, no como se hacía antiguamente. Es un trabajo «muy complicado» que requiere de formación y manejo en el tratamiento de este material considerado peligroso para la salud. Por ello, se hace en contenedores estancos.