Las empresas de Larache, reacias al cambio de ubicación

M. Lillo
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Consideran que será «muy complicado» y en cualquier caso se llevaría a cabo a largo plazo, aunque pocas lo ven factible

Empresas en el polígono Larache de Ciudad Real. - Foto: Tomás Fernández de Moya

El planteamiento de dotar a Ciudad Real de suelo industrial con la futura construcción del polígono Sepes permitiría, a juicio del Ayuntamiento, «matar dos pájaros de un tiro», ya que no solo supondría una puerta de entrada para la instalación de nuevas empresas, sino también para propiciar el cambio de ubicación de las que están en el polígono Larache, actualmente encajonado en la propia ciudad.

Se trata, de hecho, de un viejo debate cuyas ascuas se han reavivado ahora a propósito de la voluntad de urbanizar más de 100.000 metros cuadrados de Sepes y que se ve como algo lejano entre las empresas instaladas en Larache. El secretario general de la Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir), David Plaza, explicó que han tanteado a algunas de estas empresas y es «muy complicado, han hecho una inversión, mucho dinero y algunas llevan allí toda la vida», por lo que indicó que aunque «se ve muy fácil sobre el papel», al bajar al terreno no es tan sencillo, máxime en la situación actual en la que los negocios están pensando en cómo capear la actual subida de precios. No obstante, aseguró que «lo primero es que se haga el polígono, y luego ya veremos». Agregó que dependerá también de las condiciones que se ofrezcan para instalarse en el nuevo suelo industrial una vez que se urbanice. En este sentido, hay que recordar que los plazos no son inmediatos: primero el Ayuntamiento debe aprobar la modificación de crédito para comprar los nuevos terrenos, después debe pasar un mes para posibles alegaciones, y, después, la entidad estatal de suelo pondrá en marcha el proceso de venta, con la definición de parcelas, precio y autorización para urbanización, que durará 25 meses.

Pese a todo, el polígono Sepes está más cerca que nunca y con él, la alternativa de suelo industrial que permitiría el traslado de empresas de Larache, donde, sin embargo no son muchos los partidarios de la mudanza.

Las opiniones

«Sería muy complicado, a lo mejor en 50 o en 70 años, poco a poco se puede ir haciendo», indicó a este diario Ascensión Zamora, de la empresa Metsa Ciudad Real. Señaló lo que supondría mover más de 50 empresas que actualmente están en la zona, «a no ser que el ayuntamiento nos facilitara estar en unas naves y cuando nosotros vendiéramos las nuestras, poder mudarnos allí», aunque Zamora comentó que mucho se teme que sería «comprándonos a precio de peseta» unas naves en las que llevan unos 30 años.

«Conforme está el panorama, ponerse a comprar suelo, invertir en construcción y demás, lo veo complicado, no creo que sea un momento de expansión, sino todo lo contrario», indicó Gerardo Lozano, de Óptima Diseño e Impresión. Indicó que en su caso, de moverse, se trasladaría al centro para estar a pie de calle, más cerca del público.

También destacó la ubicación con la que cuenta actualmente Juan Manuel Burgos, de Agrizoo, en la calle La Solana, uno de los puntos fuertes precisamente por el hecho de ser una empresa «abierta al público», por lo que tampoco entra en sus planes cambiarse y comentó que aunque como intención del Ayuntamiento «está bien» al haberse quedado el polígono en plena ciudad, puede ocurrir -dijo- lo que en la carretera de Toledo, donde también se trató de trasladar a las empresas, pero «aún quedan naves».

Para Sumybom La Mancha la sola idea de plantear el cambio ya es motivo de rechazo. Hace apenas dos meses se marcharon desde la carretera de Carrión a Larache y ni por el precio del alquiler, ni por los servicios y, mucho menos, por toda la tramitación urbanística consideran ahora la idea de cambiarse a Sepes.

Desde Ferretería Las Nieves aseguraron que si le pagan «un precio justo», se traslada. «Me cambiaría, pero no gratis, me tendrían que dar una nave hecha», que debería ser valorada en la que actualmente tiene, de lo contrario, echó el cerrojo a un posible cambio de ubicación. «Larache es una familia», concluyó.