Un ejercicio para acercar Cervantes a los jóvenes

Hilario L. Muñoz
-

'El Licenciado Vidriera' de Factoría Teatro resume el texto cervantino en un lenguaje asequible a los más jóvenes y crea una propuesta enrevesada, pero que levanta sonrisas

Un ejercicio para acercar Cervantes a los jóvenes - Foto: Pablo Lorente

La Factoría Teatro volvió a Almagro este miércoles, tras cinco años sin subirse al escenario del festival Internacional, con una nueva muestra de su ciclo sobre Cervantes. Si en 2020 llevaron La española inglesa y Las dos doncellas este año fue el turno de El Licenciado Vidriera, usando técnicas similares y que implica un resumen al máximo de la obra y el empleo de recursos y gags modernos. Una búsqueda de la complicidad con el público más joven, que, en ocasiones, resulta difícil de seguir, si se desconoce la obra, aunque saquen una sonrisa con su manera de actuar.

De esta manera, se compone una obra en la que la escenografía, cobra protagonismo simbólico, con una urna de cristal, para crear la ilusión del licenciado hecho de vidrio que inventó Cervantes y la universidad es una página en un papel. Una muestra de esa idea de que el teatro debe ser más que la vida, no imitarla para atraer al público. Un ejemplo es cómo se crea un grupo entero de guerreros, con unos zapatos de claqué y la gran actuación de Pablo Salinero, que se encuadra en la piel de todos los personajes que se encuentra el licenciado, interpretado por Chema Sabarga.

Juntos hacen una obra que peca de repetitiva en los gags y de enrevesada al resumir de la obra de Cervantes, aunque acierta en el uso de un lenguaje más cercano al del texto original con esa intención de aproximarse a un público más joven. 

Un ejercicio para acercar Cervantes a los jóvenesUn ejercicio para acercar Cervantes a los jóvenes - Foto: Pablo Lorente

La propuesta planteada como espectáculo de un día único, en la noche del miércoles, acierta por el contenido. Por la necesidad de que Cervantes esté presente en el Festival de Teatro Clásico de Almagro. Con todo, el problema sigue siendo el mismo con Cervantes, la complejidad de mostrar lo que sus personajes callan y de llevar la moraleja al teatro. Aquí acierta Factoría teatro al desarrollar la obra como una Road Movie, un recorrido corto, que se centra en la acción.