Quixote CREA: 18 años y 17 millones después

F.J.R.
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El edificio se ideó en 2005 con un presupuesto de 35 millones. En 2012 se pararon las obras y ahora se piensan instalar allí las Cortes regionales

Maqueta del proyecto original (fachada en negro y oro), con edificio anexo para oficinas.

Iba a ser un edificio emblemático, y ahora es una mole inacabada a las puertas del Casco Histórico de Toledo. La historia del bautizado como Quixote CREA (Centro Regional de Expresión Artística) se remonta a agosto de 2005, cuando la Junta encomendó su construcción a la empresa pública Gicaman con la intención de levantar un referente de las artes escénicas de la comunidad autónoma. Iba a albergar en sus 7.700 metros cuadrados un centro cultural, un auditorio, un teatro e infinidad de aulas de formación, pero desde que el 6 de septiembre de 2010 se puso su primera piedra no  dejó de sufrir avatares. 

El hecho de que bajo la parcela  apareciera un cementerio cristiano de época medieval fue tomado en broma como un mal presagio. La posterior desaparición de 194 tumbas fue denunciada por un grupo de 22 arqueólogos, pero nunca se llegó a tener conocimiento del valor patrimonial de lo exhumado. Entre la maleza de la zona, aún hoy se intuyen los huecos vacíos de las sepulturas.

Otro importante varapalo al proyecto llegó en julio de 2010, cuando uno de los tres arquitectos encargados de diseñar el edificio falleció en un accidente de tráfico.

Las obras no se han retomado desde 2012, ni en el edificio ni en el parking subterráneo para unos 500 vehículos.Las obras no se han retomado desde 2012, ni en el edificio ni en el parking subterráneo para unos 500 vehículos. - Foto: David Pérez

Las obras siguieron su curso hasta 2011, cuando los continuos retrasos en los pagos por parte de Gicaman pararon la obra. Ya nunca se volvería a retomar, y en enero de 2012 se procedió a la resolución del contrato por parte del gobierno de María Dolores Cospedal.

Desde entonces no es más que el enorme esqueleto de hormigón de un edificio que se presupuestó en 35 millones de euros, y en el que se han gastado 6,35 millones en certificaciones de obra y 10,5 en concepto de indemnización a la constructora por poner fin al contrato. Además del pago de la vigilancia privada para evitar robos en los últimos 13 años. 

Todo hasta llegar a ahora, 18 años después, cuando parece que podría quedar finalizado de una vez por todas en 2027 para acoger las nuevas Cortes de Castilla-La Mancha. Al menos esa es la intención del presidente Emiliano García-Page, que vivió como alcalde el inicio de las obras y su paralización.

Page tenía esa espinita clavada con la ciudad y, toda vez que el edificio es propiedad de la Junta, ahora puede destinarse a dar más espacio al Parlamento Autonómico. Tanto en oficinas como en capacidad de sus Cortes, toda vez que la intención de García-Page es aumentar el número de diputados de los 33 actuales hasta los 59.

Es una de las mejores opciones para una estructura a la que se le han buscado ya bastantes alternativas.

El PP propuso que acogiera un Corte Inglés, algo que fue calificado como «idea peregrina» por el propio Page, que en 2019 encargó la redacción de un proyecto para convertir el edificio en un Centro Multifuncional (el coste de terminarlo se cifró en 8,4 millones de euros). La idea no prosperó, y en marzo de este mismo año se anunciaba la firma de un convenio para ceder el Quixote CREA a la Universidad de Castilla-La Mancha, que pretendía trasladar allí su facultad de Educación. Todo hasta el anuncio de Page de llevar ahí las nuevas Cortes y poner fin –esperemos– a los bamboleos del controvertido Quixote CREA.