La Guardia Civil continúa trabajando para intentar acceder al fondo del pozo, donde el pasado miércoles, 31 de mayo, se hallaron unas bolsas que podrían contener los restos mortales de Jesús María González Borrajo, empresario desaparecido en junio de 2019 en Manzanares, donde se le vio la última vez. Desde entonces, se ha trabajado de forma incansable para poder sacar las bolsas a la superficie y saber si contienen los restos del empresario en paradero desconocido desde hace tres años, pero la estrechez del pozo, su profundidad (unos cuarenta metros), las piedras y los sedimientos están complicando un caso que el delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, calificó de «complejo».
Se han movilizado «los medios más modernos». Hoy, en el sexto día del operativo, se empleó un nuevo dispositivo, el cuarto, desde que se iniciaron las labores. En esta ocasión, se trataba de una máquina neumática «más fina» que las anteriores y con un compresor para poder ir golpeando las piedras, el principal obstáculo para acceder a las bolsas. Una nueva maquinaria con la que se ha avanzado bastante y con la que se han sacado piedras de «grandes dimensiones».
En el operativo de ayer trabajaron alrededor de una treintena de efectivos del equipo de montaña (Greim), de la Unidad Central Operativa (UCO), criminalística, grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas (Geas), además de policía judicial y dos empresas de la zona, especialistas en pozos, que están ayudando en las labores. .
La UCO usa una máquina "más fina" en la búsqueda de González - Foto: Rueda VillaverdeLa desaparición de Jesús María González puede estar vinculada con el caso de Juan Miguel Isla, otro empresario desaparecido en la localidad y cuyos restos mortales aparecieron el pasado mes de marzo en el interior de un pozo de una finca de Valdepeñas. Por la desaparición y muerte de Isla hay dos detenidos, Antonio Caba y Gaspar Rivera, quien ha confesado que los restos del empresario están en el pozo, cercano a la A-4 y en el que se lleva trabajando desde el pasado miércoles. Ambos detenidos han estado siempre presentes en las labores de búsqueda.
Dos familias unidas por el dolor. La familia de González Borrajo siempre ha sospechado que su caso y el de Juan Miguel Isla estaban vinculados por la figura de Antonio Caba, la última persona con la que ambos se reunieron antes de desaparecer y tras hacer una tasación económica. El hermano de Jesús María González, Miguel, agradeció «todos los esfuerzos» que se están haciendo y confió en que en las próximas horas se pueda encontrar algún rastro de él y que «se haga justicia». «La Guardia Civil no pierde la ilusión y sabe que tarde o temprano las bolsas van a salir, y eso nos transmite a la familia. Nos sentimos arropados», comentó.
Junto a él, Nardi, la viuda de Juan Miguel Isla, quien ayer se trasladó hasta Manzanares para trasladar todo su apoyo a la familia de González. Nardi, que llegó al lugar con un ramo de flores, señaló en declaraciones a los medios de comunicación, que «los asesinos de Jesús María y Juan Miguel no les han podido arrebatar el amor de la familia». «Se llevaron a las personas menos indicadas y al mismo diablo solo le puede quemar el amor de la familia», sentenció. «Es desgarrador tener que ver que los agentes están arañando la tierra para poder sacar las bolsas a la superficie, mientras el demonio está con una frialdad absoluta», declaró para sentenciar después que «lucharán para hacer justicia y para que estos demonios no vuelvan a hacer daño a nadie».
Los trabajos de búsqueda en el pozo continuarán mañana, siempre y cuando la meteorología y la maquinaria lo permita.