El PSOE denuncia un código de conducta en Legado Bustillo

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Según ha denunciado Eulalio Díaz-Cano el borrador, que no salió adelante, intentaba censurar y coartar la libertad de expresión

El PSOE denuncia un código de conducta en Legado Bustillo

El Partido Socialista critica la propuesta de un código de conducta para los patronos de la Fundación Benéfica 'Legado Bustillo' planteada por el Partido Popular. El borrador, que no salió adelante, intentaba censurar y coartar la libertad de expresión, según ha denunciado Eulalio Díaz-Cano en rueda de prensa. Este fue uno de los puntos más destacados de la última reunión del patronato celebrada el pasado lunes.

Durante su comparecencia, habló en primer lugar de los acuerdos que votaron favorablemente como la cesión de tierras de la fundación para la instalación de un parque eólico, la contratación de personal del próximo Plan de Empleo y la puesta en marcha de un estudio en colaboración con el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. También se abordaron otros puntos donde los patronos socialistas se abstuvieron, como la contratación de servicios para la elaboración de un plan forestal y un informe jurídico sobre el estado de las tierras de la fundación, así como la contratación de un guarda para el coto de caza. Durante el cónclave, se dio a conocer el balance que realizó la auditoría externa "que destaca el buen estado de las cuentas que se han encontrado los patronos encargados de gestionar de fundación", apostilló.

En lo que no estuvieron de acuerdo, fue en la propuesta de un código de conducta para los patronos que les habían planteado "después de tres meses sin convocar patronato y tomando decisiones de forma unilateral", recalcó. "Este código era un burdo intento de coartar nuestra libertad de expresión y de seguir profundizando en un modelo de fundación que pretende reducir, cada vez más, el peso del patronato en el proceso de toma de decisiones". Dijo que el punto fue retirado tras el debate, "una vez advertida la barbaridad que se pretendía aprobar", añadió.

El texto contenía afirmaciones que citó textualmente como: "los patronos deberán no actuar ni expresarse a través de ningún medio de manera que afecte negativamente a la percepción pública de la independencia de la integridad de la fundación. Los patronos deben evitar adoptar ninguna postura o expresar cualquier punto de vista que pudiera desprestigiar a la fundación". Al respecto, Díaz-Cano dijo que "lo que verdaderamente desprestigia a la fundación es proponer un documento que pretende censurar y coartar la libertad de expresión de los miembros del patronato".

Argumentó que le llama la atención que esto lo promueva Luisa Márquez, "quien se ausentó durante cuatro años, cuando estuvo de concejala en la oposición". Indicó que los patronos del PP piensan que son los únicos representantes de la fundación "y cuando criticamos su gestión, no desprestigiamos a la fundación, sino que damos nuestra visión y denunciamos las consecuencias que pueden tener sus decisiones", añadió.

El borrador también indicaba que los miembros del patronato tendrán derecho a ser miembros ordinarios de partidos políticos o presentarse a las elecciones, algo que ya se venía haciendo. "Esto responde a una idea del PP y el gerente de la fundación que pretenden desvincular la toma de decisiones de la participación democrática y de la transparencia que garantiza la presencia de los concejales en el patronato". Además, el código recordaba que no se puede acosar a los trabajadores, discriminarlos por razón de sexo y prohibir la violencia, "como si todo esto no formase parte de nuestro marco jurídico y normativo".

Por todo lo expuesto, los patronos socialistas paralizaron el borrador que no salió adelante, "un documento que hubiera supuesto una aberración y un desprestigio para el Legado Bustillo", dijo Díaz-Cano. Finalmente, dijo que el PP se ha desentendido de la toma de decisiones contratando un nuevo gerente y demás personal que han aumentado los gastos de la fundación en 100.000 al año. También se quejó de la cesión de instalaciones públicas para poner en marcha un proyecto educativo privado. "Lo más grave de todo esto es que han pretendido silenciarnos. Cuando no se tolera la crítica ejercida con respeto, se demuestra una grave carencia de valores democráticos", concluyó.