Más allá de la metástasis de corrupción que tiene infectado por completo al cuerpo sanchista, y donde el tiene cada vez más papeletas de que le tenga ya cogido algún ganglio, Óscar Puente esta alcanzando por méritos propios una relevancia impactante en la opinión publica española.
Desde luego es el ministro mas mentado y en boca diariamente de miles y miles de personas. Pero lo que por tantas bocas sale no son precisamente zalemas y elogios sino denuestos e improperios. Lo más suave que se puede oír por las estaciones y los aeropuertos no se puede ni siquiera escribir si uno no quiere acabar en el juzgado. El bocazas, el boceras ha terminado por estar en las bocas de todos.
Lo que este personaje ha conseguido con una gran celeridad es todo un récord. No creo que haya, quizás salvo su jefe, nadie a quien se deteste tanto sobre todo entre aquellos que andan intentando subirse a un tren o a un avión. Las 'incidencias', o sea retrasos, parones y colapsos por doquier son ya la 'normalidad' cotidiana que en ocasiones está alcanzando el grado de desastre total. Ya son media docena las hecatombes ferroviarias de gran magnitud que amen de hacer polvo a ya centenares de miles de viajeros has hecho añicos un prestigio que a lo largo de los años se había consolidado como uno de nuestros logros y orgullos nacionales. Lo ha destrozado.
Su ineptitud es clamorosa, su soberbia, un insulto para todos cuantos la sufrimos y sus formas acaban por rematar la faena. Porque ya no es que nos deje tirados sino que encima salga exultante y dando relinchos en cuanto tiene ocasión. Lo de que el tren vive una época dorada y sin igual es para enmarcarlo, colgárselo al cuello y obligarlo a llevarlo por siempre jamas.
Pero es que, pensándolo bien, a él lo pusieron en el Gobierno no para llevar esto de los transportes sino para insultar. A eso es a lo que dedica su tiempo y donde no coge el permiso de paternidad. A insultar mayormente, ante todo y sobre todo, a la oposición. Pero ademas a cualquiera que le reclame que cumpla con lo que sí es su deber o que se atreva a afearle sus formas. Entonces es cuando ya se desata del todo y hace lo que mejor sabe: cocear. Así que llamarle «el mejor mulo de la reata sanchista» creo que puede entenderse más bien como descripción de un comportamiento mas que demostrado.
Desde luego con estos últimos fiascos, donde ya ni ha dado la cara, esta rematando la faena de la banda del Peugeot. Es más, hasta llego a creer que les esta quitando, en según quienes, hasta mas votos que el Cerdán. Porque está claro que un recalcitrante sanchista aguanta lo que le echen y puede acabar aceptando la corrupción como animal de compañía pero si resulta que lo tienen tirado por las estepas manchegas durante 15 horas sin agua y a 40º C o le hacen perder el avión y le destrozan las vacaciones para las que hasta había pedido un préstamo, no se si eso ya lo va a soportar. Hasta para un sanchista puede ser demasiado.
En cualquier caso para el resto de la población este tipo ya se entiende como un castigo, como una plaga que tenemos encima y de la que no parece que nos vayamos a librar. Sánchez lo tiene como el discípulo mas dilecto. Aunque con Pedro nadie está ya seguro. Solo se importa él y va a ser cada vez mas peligroso estar en su proximidad. Barrunto que el baile de las cabezas está a punto de comenzar.
Pero que España se libre de este prójimo lo veo difícil. Bueno, siempre que la UCO no empiece a hurgar por sus negociados que algo me da que ya ha empezado a olfatear y su nombre a aparecer.