Sánchez admite que barajó dimitir, pero 'no tirará la toalla'

Agencias
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El presidente del Gobierno propone subir penas a corruptos y hacer listas negras de empresas condenadas para vetar contratos públicos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recalcado este miércoles que, aunque pensó en la posibilidad de dimitir y convocar elecciones tras el estallido del 'caso Cerdán', se mantiene firme en su voluntad de "no tirar la toalla": "Nunca es una opción", ha zanjado, aunque fuera la salida más sencilla para él y su familia, y tras incidir en que es un "político limpio".

Así lo ha dicho en su primera intervención en el pleno monográfico sobre corrupción celebrado en el Congreso, donde ha confesado que está decepcionado consigo mismo por haber confiado en sus dos ex secretarios de Organización, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, investigados por un presunto caso de corrupción y cobro de mordidas a cambio de la adjudicación de obra pública.

"Subo a esta tribuna con una honda sensación de decepción, en primer lugar conmigo mismo y sobre todo con aquellos en quienes nunca debí confiar. Pero también subo con la seguridad de ser un político limpio", ha indicado.

Sánchez admite que barajó dimitir, pero 'no tirará la toalla'Sánchez admite que barajó dimitir, pero 'no tirará la toalla' - Foto: Violeta Santos Moura, Reuters

El líder del PSOE considera que estos casos no justifican el "torrente de insultos" que a su juicio están recibiendo los cargos socialistas en toda España, pero piensa que puede provocar "dudas legítimas" que deben ser contestadas.

Con su comparecencia, ha dicho, pretende "recuperar la confianza de los grupos parlamentarios" y tratar de "despejar las dudas" que puedan tener los ciudadanos "legítimamente" tras las recientes informaciones sobre cargos socialistas y ha anticipado su intención de hacerlo contando todo lo que sabe y dando cuenta de lo que va a hacer para superar la crisis actual.

Tres razones para continuar 

Durante su relato de lo sucedido, ha admitido que barajó la posibilidad de abandonar y llamar a las urnas lo que, a su juicio, habría sido lo "más sencillo" para él y su entorno, pero tras "reflexionar y escuchar a mucha gente", concluyó que "tirar la toalla nunca una opción" y ha asegurado que está determinado a seguir al frente del Gobierno por tres razones.

La primera, que es "un político limpio". Sánchez ha admitido que en este caso es "más difícil no creer que creer" su argumento de que no sabía de las "corruptelas en las que pudieran estar inmersos" Cerdán y Ábalos.

En este punto, aunque reconoce que la gente puede tener "dudas" de lo que él conocía o no, él no las tiene. Así, ha recordado que recibió con "incredulidad" los primeros "rumores" sobre los comportamientos de Cerdán y que no conoció el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil hasta que se difundió porque su gobierno "no tiene una policía patriótica" como la que "operó en otro momento", en referencia al Gobierno de Mariano Rajoy.

"El culpable, evidentemente, de toda esta situación es quien comete esos supuestos delitos y eso le corresponde, por tanto, a la justicia determinarlo. Pero yo, como persona que los nombró, evidentemente tengo parte de responsabilidad y la asumo", ha apuntado Sánchez.

Pidió explicaciones a Cerdán en noviembre 

En este sentido, ha explicado que en noviembre de 2024 surgieron los primeros "rumores" sobre la participación de Cerdán en la presunta trama corrupta en la que entonces ya estaba siendo investigado el exasesor de Ábalos, Koldo García.

Sánchez dice que cuando lo leyó en la prensa su reacción fue de incredulidad porque carecían de concreción y de "fuentes fiables o pruebas" y además se producían "en un contexto mediático de desinformación". No obstante asegura que convocó a Cerdán de inmediato para conocer su versión. "Él lo desmintió todo y me aseguró que eran acusaciones infundadas y yo le creí".

Según la versión dada por Sánchez esto se produjo en noviembre de 2024, antes de que ratificase a Cerdán como secretario de Organización del PSOE en el 41 Congreso que se celebró en Sevilla en los últimos días de ese mes.

Sánchez admite que fue un "error" creerle, pero lo hizo porque creía conocer la "vida sencilla" que Cerdán llevaba tanto en Madrid como en su pueblo en Navara. "Y porque le había visto trabajar durante cuatro años sin que diera muestra alguna de lo contrario", ha apuntado.

Entiende que no son días fáciles para sus socios 

Su segundo motivo para continuar es la aspiración de "recuperar la confianza" de los grupos que le han venido apoyando. Ha dicho que sabe que no son "días fáciles" para estas formaciones que están "bajo mucha presión", pero ha prometido a todas y cada una de ellas que va a "estar a la altura", a "satisfacer sus expectativas de regeneración" y a "cumplir los compromisos" que alcanzó con todas ellas.

"La tercera razón es que el proyecto político que tengo el honor de representar va mucho más allá de mi persona y aún no está culminado", ha abundado.

Así, ha recalcado que la "coalición ultraderechista" del PP y Vox lleva años construyendo la idea de que es un "presidente megalómano que se aferra al cargo para montar en el Falcon y vivir en el Palacio de la Moncloa".

"Hacen esa caricatura para deshumanizar al adversario político y porque creen, además, que este cargo es un privilegio a disfrutar y no un alto honor y una gran responsabilidad que ejercer", ha apuntado Sánchez, incidiendo en que no es así como concibe él la Presidencia del Gobierno, pues, además de un alto honor es "una inmensa responsabilidad y es una gran oportunidad de transformar para bien la vida de la gente".

Medidas anticorrupción

Sánchez ha adelantado que pretende crear una agencia anticorrupción independiente y también una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) para proteger aún más a los informantes que denuncien delitos de corrupción.

El jefe del Ejecutivo ha señalado que este paquete de medidas se ha elaborado en el último mes, con la ayuda del socio de coalición Sumar, y de los técnicos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En la misma línea, ha anunciado la creación de nuevas secciones de delitos contra la administración pública con "jueces especializados" y además creará procedimientos sumarios para causas que involucren a cargos públicos para evitar dilaciones que "merman la confianza" de los ciudadanos.