En este 10 de mayo, hoy, fiesta de san Juan de Ávila, los sacerdotes de nuestra diócesis, unidos al obispo, están celebrando a su santo patrón: el santo nacido en Almodóvar del Campo y llamado apostól de Andalucía en uno de los himnos dedicados a él. De entre todos, siete sacerdotes celebran en nuestra diócesis sus aniversarios de ordenación sacerdotal.

De veinticinco años, Jesús García Sosa, que está actualmente como párroco en Calzada de Calatrava, y Amós Rodríguez de Tembleque, párroco in solidum de las parroquias de Malagón.

De bodas de oro son Alfonso Cabezuelo, Cayetano Villar, que están ya jubilados, Agustín Garrido, párroco en Villanueva de los Infantes, y Julián Sánchez, salesiano, que está de párroco en María Auxiliadora de Puertollano. De bodas de diamante, de 60 años de ordenación sacerdotal, está Pedro Jaramillo Rivas, que actualmente es, y desde 2005, misionero en Guatemala, en la colonia El amparo.

En sus vidas, sin necesidad de poner una mirada esforzada, ha habido y sigue habiendo generosidad, entrega y gratuidad. Todos podrían haberse labrado una vida distinta a la que han tenido y siguen viviendo. Podrían haber elegido cualquier otra profesión u oficio. Sin embargo, cada uno de ellos, con todo el presbiterio que hoy los estará acompañando, decidieron en un momento determinado de su vida entregarse a los demás. Ese fue el discernimiento fundamental de su vida.

Todos deberíamos felicitarnos de poder contar con hombres y mujeres que, desde sus convicciones, deciden poner sus vidas al servicio de otros. A veces cuestionando y pronunciando palabras proféticas; otras animando y alentando y siempre desde la generosidad en tiempo y cualidades. Un sencillo y profundo: ¡Gracias!