El Ayuntamiento de Ciudad Real y la empresa Aquona han recurrido la sentencia que les condenaba a hacer frente, de forma solidaria, al pago de una indemnización de casi un millón de euros, en concreto 985.041,34 euros, a los propietarios del antiguo edificio número 5 de la plaza de Cervantes por la ruina y posterior demolición de este bloque que tuvo lugar en marzo del año 2014.
Según ha podido saber este diario, tanto el Consistorio como la empresa adjudicataria del servicio de aguas han recurrido esta sentencia del Juzgado Contencioso-Administrativo número 1 de Ciudad Real que establecía esta compensación a los dueños, dado que considera que el edificio se malogró «como consecuencia de las filtraciones y vertidos al subsuelo del colector del alcantarillado en la plaza de Cervantes».
Sobre la sentencia cabía la posibilidad de presentar un recurso de apelación en un plazo de 15 días ante la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. Presentado por esta cuestión, el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, informó que el Consistorio no iba a recurrir por recurrir, sino que lo haría si consideraba que había posibilidades de defender su postura. Del mismo modo, comentó, tras conocerse la sentencia, que contactaría con Aquona para conocer si recurriría o no, dado que condenaba al Ayuntamiento y a la empresa de forma solidaria a abonar ese casi millón de euros.
Por su parte, el letrado de los vecinos de este antiguo edificio, Javier Panadero, afirmó que si la parte contraria no recurría la sentencia, él tampoco, pero si el Ayuntamiento y Aquona lo hicieran se puede «adherir y apelar la sentencia». En concreto, el representante legal de los vecinos sólo estaba disconforme con el hecho de que en la sentencia se salde «sin expresa condena en costas».
nuevos hundimientos. Tras conocerse el fallo, el alcalde de Ciudad Real también dio a conocer que la plaza de Cervantes presenta nuevos hundimientos que fueron detectados meses atrás, con el anterior equipo de Gobierno de PSOE y Cs, sin que, dijera, se entrara a analizar su estado.
Por esta razón, aseguró que el nuevo equipo de Gobierno «no iba a mirar para otro lado» y de ahí que se llevara a cabo una cata en la parte de mayor hundimiento, ubicada entre la estatua de Cervantes y una de las terrazas. Esta actuación se desarrolló el pasado 6 de octubre y dos semanas después se desconocen los resultados. También está pendiente conocerse si se llevarán a cabo nuevas catas en la zona, ya que fue una de las posibilidades que se señalaron.