C uando normalmente te encierran en un habitáculo delimitado por paredes, lo normal es padecer una extraña impresión de agobio, pero si hablamos de pádel la sensación cambia radicalmente. Sin duda, una de las claves del éxito de este deporte radica en el placer y disfrute que proporciona a todos aquellos que lo practican.
Jonás García de León, orgulloso propietario del centro de pádel Las Cubiertas de Ciudad Real, sabe mucho de esto. Desde que abriera sus puertas en el 2008, centenares de aficionados han pasado por estas pistas situadas en la calle Campo de Criptana de la capital. Jonás tiene muy claro que «desde el primer día puedes disfrutar con el pádel, los partidos que veo con más risas son aquellos de personas que comienzan». Y es que el pádel es un deporte para todos. Comparado con otras disciplinas no requiere una especial fortaleza física, algo que ha animado a muchos practicantes. «Es un deporte para el siglo XXI, ahora todo se alarga y por ejemplo el pádel se puede jugar hasta edades muy avanzadas», puntualiza Jonás.
Para jugar, sólo hace falta comprarse una pala y reunirte con tres amigos más. No es necesario tener experiencia previa, sólo una buena coordinación ojo-mano. Además, hay que desterrar el tópico de que el pádel es la consecuencia de aquellos que abandonan el mundo del tenis por el fracaso o el aburrimiento. Jonás reconoce que «la raíz del pádel no deja de ser el tenis, están relacionados, pero no es garantía de éxito ser un buen tenista y triunfar en el pádel».
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