La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha espera recibir hoy el visto bueno de la Comisión Europa (CE) para que el rebaño inmovilizado la viruela en el Valle de Alcudia, en el término municipal de Brazatortas, pueda empezar a salir. Tras recibir la autorización europea, y siempre y cuando la analítica dé negativo, los ganaderos de las 15 ganaderías de Soria, Teruel, Guadalajara y Andalucía tendrán que cumplir con el protocolo acordado para volver a sus lugares de origen. El documento establece que las ovejas tienen que "tener un lugar donde ir y donde permanecer un mes aisladas", comentan fuentes de la Consejería de Agricultura, por lo que se prevé que el primer ganado en salir sea el de Guadalajara, pues "ya tienen un sitio donde llevar las ovejas". Su salida será "inminente", señalan las mismas fuentes, ya que los ganaderos de esta provincia están a la espera de los resultados de la analítica, por lo que que si da negativo y se recibe la autorización de Europa podrán salir en las próximas horas, quizás mañana o el viernes. Y es que, "en cuanto se tiene un lugar se programan los análisis", recuerdan desde la Consejería. Los ganaderos de Teruel, Soria y Andalucía lo harán más adelante. "Ellos no tienen aún un lugar al que ir con sus ovejas durante un mes y están a la espera de la ayuda de sus respectivos Gobiernos".
Durante estos días se han estado realizando controles sanitarios a los animales para garantizar que se encuentran libres de la enfermedad para que llegado el momento se puedan mover con total seguridad. Y además, el Gobierno regional les ha proporcionado pienso, paja y agua para alimentar a unas 10.000 ovejas de 15 ganaderos. Algo que para Eduardo del Rincón y su mujer, Antonia Blanco, no es suficiente. Emocionados y desesperados por la situación aseguran que sus ovejas están desnutridas, pues «llevan más de un mes sin comer pasto. Solo, el poco pienso que nos proporcionan al día. Nada de paja», señalan. Ante el requisito de aislar a las ovejas durante un mes en un mismo lugar, señalan que en su caso es «inviable» al disponer tan solo de un vallado de siete hectáreas en el que tienen que estar mil ovejas, por lo que «no hay ni un metro por oveja». «Allí tendrán su muerte definitiva», lamentan al tiempo que exigen una solución legal, que «de no llegar en los próximos días es mejor que nos maten las ovejas», subrayan.
Estos ganaderos trashumantes llevan desde principios de junio sin poder regresar con su rebaño a su lugar debido a las restricciones de movilidad aplicadas por la Junta de Castilla-La Mancha para tratar de controlar varios brotes de viruela ovina. El Gobierno regional ha establecido una serie de restricciones durante los últimos meses ante la aparición de varios brotes de viruela ovina y caprina, el último de ellos a mediados de marzo en el municipio de Alcázar de San Juan, con origen en una explotación de más de 1.000 cabezas. Como consecuencia del mismo se aplica una restricción al movimiento de ganado en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenta y Toledo, aunque la sucesión de brotes de esa misma enfermedad se remonta a septiembre de 2022, cuando se detectaron focos en ocho explotaciones de Villaescusa de Haro. Posteriormente fueron detectados otros brotes en noviembre del 2022 y en enero y febrero de este 2023.